Una vez terminado el proyecto «52 Portrait» toca hacer balance y compartir impresiones y resultados.
Recuerdo que al inicio de 2023 me encontraba en un momento de bajón creativo. Disparaba con mi cámara pero no disfrutaba como antaño. Tirar por tirar.
Seguí entrando al foro como de costumbre buscando quizá algo de inspiración, un motivo… algo.
Vi entonces las entradas de @Jose Chiyah y de @Vir RG, y me dije: ¿y por qué no? Ya tenía una meta.
Tocaba entonces decidir el «cómo». Esta parte fue sencilla. Me considero un fotógrafo de retrato. Prácticamente el 90 por ciento de mi archivo fotográfico se basa en personas, en gestos, miradas… me gusta hablar de la gente en lo que fotografío. Sería pues, un reto de retratos.
¿En cuanto tiempo lo haría? Un 365 me pareció demasiado. Conozco a mucha gente, podría ser posible… pero también me conozco a mi mismo, y sabía que no lo lograría. En algún momento se daría el día en el que no lograría retratar a nadie nuevo, y se irían acumulando fotos. Sería un desastre. 52 semanas parecía más razonable. Teniendo 7 días por semana para preparar o convencer a quien tendría que ponerse delante del objetivo. Tendría que tener también un denominador común entre fotos, y esto lo lograría siendo fiel al aspecto de estas. Usaría la misma «película/simulación».
La simulación/película elegida durante todo el año ha sido Kodak Ultramax 400, primero porque es una simulación que me encanta y que me funciona en la mayoría de situaciones: retrato, escena, poca luz… para paisaje escojo otras. Pero esto va de hacer retratos. Recuerdo mis años en Valencia estudiando fotografía, cuando queríamos darnos un capricho y en lugar de usar carretes «chinorris» que decíamos nosotros, escogíamos estas películas a modo «vestirse de domingo». Tampoco eran mucho más caros, pero la situación era bastante precaria.
👉 Hilo del reto 52 de Sergio Andreu en el foro de Fujistas.
La manera de disparar ha sido exactamente la misma que utilizo desde que me rendí a los (semi)automatismos de Fuji. Antes siempre disparaba en manual, controlando velocidades, midiendo luces, siempre usando ISO’s muy bajos para que la calidad no se viera alterada… un día decidí que ya bastaba de perder momentos por no tener los parámetros ajustados. Yo lo que quería era hacer fotos, fotos y más fotos. La teoría práctica la tengo más que aprendida, así que ¿porqué no probar con ISO y velocidad automáticos? El diafragma lo decido yo. El resto, mi querida Fujifilm X-Pro3. Desde entonces, solo tengo alegrías. uso el dial de compensación para decidir qué luz quiero. Pero no pierdo momentos (o al menos no tantos).
Así pues me puse manos a la obra empezando con mi compañera de vida y empecé el proyecto. Durante todo este año han pasado por el proyecto tanto personas muy queridas para mi, como gente que posiblemente no vuelva a ver. Retratados que me lo ponían fácil y otros que no tanto, al no conocerlos y tener que usar «triquiñuelas» para sacar algo de ellos, hacerles reír, decirles que ya habíamos terminado para que relajaran y entonces disparar, etc. Hubo semanas que incluí a gente por incluir. No quiero decir con esto que los resultados no me gustaran, sino que los días se me echaban encima y no conseguía a quien quería, no estaba disponible y las horas apretaban. Así que había que cubrir cupo. Aun así, no me arrepiento de que formen parte del proyecto.
Noto que durante este tiempo he aprendido a usar la luz de una manera más eficiente. A saber leerla mejor. Al fin y al cabo, ha sido un año de práctica.
El equipo utilizado fue mi querida X-Pro3, que no ha fallado ni una sola vez. Empecé con un TTartisans 27mm F2.8, pero me deshice de él y continué con un Fujinon XF 35mm 1.4, objetivo que sigue dándome muchas alegrías. Está claro que soy fotógrafo de 50mm. Es un hecho.
El hecho de poder llevar una cámara SIEMPRE conmigo hace las cosas más fáciles. Soy del tipo de persona que prefiere llevar una cámara siempre encima y no hacer fotos, que tener que hacer fotos y no poder porque no llevas una cámara encima.
Ahora viene el siguiente paso, que es, como muchos compañeros del foro sugirieron, un fotolibro. Estoy mirando opciones, pero sobretodo estoy dedicando tiempo a «construirlo». Me gustaría que algún conocido participara con algún prólogo, añadir algo de texto a alguna de las imágenes, una introducción… no sé, tengo que darle forma.
Me gustaría dar las gracias a esos foreros que cada semana estuvieron ahí dando ánimos con comentarios y apreciaciones, a Jon Diez por darme ánimos cuando en un momento concreto estuve a punto de dejar de publicar por sentir que estaba siendo un poco «pesado» en el foro, y me quitó esa idea de la cabeza.
Descubre el trabajo de Sergio Andreu en Instagram
Y por último, estas líneas van para ti, fotógrafo/a que estás dudando en si empezar un proyecto similar o no: HAZLO, sin dudarlo. Si no lo terminas, no pasará absolutamente nada. Habrás disfrutado del camino hasta donde hayas llegado. No le debes nada a nadie. Si lo terminas, tendrás un resumen de tu año en fotos que te harán recordar como te sentías en todas y cada una de las semanas (o días) de todo un año, y te invadirá una sensación de plenitud tremenda.
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Maravilloso, Sergio: un trabajo excepcional con el que nos has puesto los dientes largos a muchos. Con ganas de ver ese libro.
Me encanta el trabajo y me inspira tanta constancia. Algún día…