Los córvidos siempre fueron 'santo de mi devoción' (eso es mucho para alguien que no es cristiano, ni creyente, ni religioso). Por razones obvias, los cuervos siempre estuvieron en la cúspide de mi pirámide de admiración, pero desde que era pequeño mi abuela fomentó un cariño especial por las 'pegas' (urracas en castellano). Cualquiera podría pensar que son pájaros blancos y negros sin ningún tipo de atractivo, pero no son negras (que sí en algunas partes), están teñidas de un intenso y brillante añil que las hace realmente hermosas.
Bueno, no me disperso más. La tarde del día de reyes (los magos, no los otros) tenía un par de horas libres y me dí una vuelta por los alrededores de la Torre de Hércules. Intenté evitar las típicas...