Esta mañana fuimos al Aquarium Finisterrae (utilizando los pases anuales que fueron parte del premio que me dieron en el Concello de A Coruña por la foto con la que formo parte del calendario municipal de este año ;-) ) y sufrimos en nuestras carnes lo complicado que es sacar una imagen decente de esas pequeñas marabillas que no paran de moverse y que, para ponerlo más difícil, viven tras unas paredes de cristal que deforman la imagen de una forma brutal. De hecho, a la hora de estar sacando fotos, tuve que parar porque me estaba empezando a marear.
De las casi cincuenta fotos que saqué me quedé con tres y, no sé por qué, mi favorita es esta imagen en la que sólo conseguí enfocar las tiras de hierba submarina y los diminutos bailarines quedaron como pequeños fantasmas en el medio de ese mundo sumergido. La verdad es que cuanto más practico el blanco y negro más maniático me vuelvo con el color y sólo me quedo con aquellas imágenes que me transmiten algo. Supongo que esta es horrible técnicamente hablando, pero tiene algo que me atrapa.
Espero que os guste.
Cabalos de mar bailando entre a herba by Xosé Duncan, en Flickr
De las casi cincuenta fotos que saqué me quedé con tres y, no sé por qué, mi favorita es esta imagen en la que sólo conseguí enfocar las tiras de hierba submarina y los diminutos bailarines quedaron como pequeños fantasmas en el medio de ese mundo sumergido. La verdad es que cuanto más practico el blanco y negro más maniático me vuelvo con el color y sólo me quedo con aquellas imágenes que me transmiten algo. Supongo que esta es horrible técnicamente hablando, pero tiene algo que me atrapa.
Espero que os guste.
Cabalos de mar bailando entre a herba by Xosé Duncan, en Flickr
