Totalmente de acuerdo. El problema no es hacer fotos de tu vida o no, sino hacerlas como si te estuvieran pagando un reportaje. Cuando veo esos padres en eventos sacando 5000 fotos desde 5000 ángulos, el zoom adelante y atrás, mirando la pantallita, cambiando ajustes... me reafirmo en mi condición de documentar pero sin dejar de vivir el momento. En los últimos tres años he aprendido a tirar las fotos justas sin mirar la cámara, la cojo, apunto, disparo, y fuera cámara; no salgo del momento ni dejo de vivir la experiencia. Alguna vez me ha pasado perderme las cosas por ser "el fotógrafo oficial", pero nunca más.