No sé, me parece muy arriesgado ilustrar con esta foto que los fotógrafos de antes eran mejores.
No había un sólo fotógrafo ese día haciendo fotos, estaba todo el campo lleno, y la mayoría no consiguieron ese momento. Lo que quiero decir es que hay un componente de suerte innegable en esa instantánea.
Por otro lado llevo un montón de tiempo con lentes manuales y sé que tampoco es taaaaan difícil conseguir que una foto como esa esté enfocada, y más con tanta profundidad de campo como tiene. La suerte que tuvo es que había muchísima luz en Méjico (el sol era de justícia) para poder disparar con mucha velocidad aunque la fotografía de carrete en color no debía ser muy rápida.
Más allá de esta foto sólo comentar algunas consideraciones:
1. Lo que hace que una fotografía sea o no buena NADA tiene que ver, o muy poco, con la cámara que se ha empleado. Cuantas veces habrá que repetir esto? Como mucho sólo acepto que determinadas disciplinas fotográficas son más agradecidas con negativos de mayor tamaño. Y ahí las cámaras de formato medio tienen mucho que decir. Y precisamente es de lo que no tenemos ahora y antes si.
2. Los fotógrafos actuales que son buenos, que lo hay y muchos, no tienen la suficiente perspectiva temporal a sus espaldas para que los podamos valorar como corresponde. Claro, miramos al pasado, y el tiempo (el cual como se ha dicho alguna vez es un juez insobornable en estas cosas) nos ha filtrado sólo aquellos fotógrafos que realmente son trascendentes. En el arte pasa siempre igual. Si nos ponemos a analizar el rock progresivo de principios de los 70s podemos llegar a pensar que aquella época sólo generó seres superdotados para la música, pero no, había muchísima porquería que el tiempo se ha encargado de eliminar. Solo nos ha quedado lo bueno. Añadimos unas gotas de pollaviejismo y ya tenemos la típica frase de siempre: Antes eran mejores. Pues no compañeros, antes no eran mejores, nos han llegado los mejores, que es muy distinto.