Bueno, todo es muy relativo y depende de la toma y la focal. Ese 5.6 en la focal equivalente de 120 mm. sí puede dar un excelente desenfoque selectivo en según qué casos y usos. Otra cosa es el llamado "bokeh", que se refiere a una consideración únicamente estética y muy personal de ese desenfoque. Si lo que buscamos es el mejor "bokeh", seguramente lo obtendremos con ópticas manuales tan simples y económicas como un Helios 44-2 de 58 mm. 2.8, incluso a diafragmas más cerrados. Yo he obtenido espléndidos desenfoques selectivos con esa focal de 100 o 120 mm. equivalente a f: 5.6, pero, naturalmente, para unas condiciones y requisitos muy concretos: retratos, aproximaciones...
Olympus, evidentemente, tiene ciertas desventajas respecto de Fuji X. Pero lo mismo cabe decir de Fuji respecto de Olympus. Y, en mi caso y elección personalísima, esa EM5, sea mark II o mark III, es el modelo que menos problemas me plantea respecto de otros modelos, incluso superiores, de Olympus. Por ejemplo, el tamaño y el peso, pero no la calidad de resultados. Es cierto que Fuji nos brinda una mejor fotometría y unos colores más atractivos, más naturales. Y que algunos modelos "acreditados" de Olympus plantean serios problemas de enfoque de seguimiento o de ruido a ISO base, por ejemplo. Por eso hay que valorar muy mucho el destino de nuestra fotografía antes de valorar los pros y contras de uno y otro sistema. Por eso mismo no abandono el sistema Fuji X: por su mejor respuesta a ISOS altos, su mejor rango dinámico y sus simulaciones de película (por ejemplo). Pero me quedo con Olympus para cuando necesite cámara sellada y estabilizada y objetivos sellados y focales largas, pequeñas y ligeras que Fuji no me ofrece en absoluto.
En definitiva, no existe la cámara perfecta, ni siquiera a título personal. Por lo que he decidido convivir con ambos sistemas y utilizar uno u otro en función del tipo de fotografía que pretenda en cada momento.