El 18-135 pesa 490 g, casi medio kilo que llevarás en todo momento al cuello y con un objetivo más largo que tiende a cabecear y lo hace algo más incómodo.
El 18-55 pesa 310.
El 55-230 pesa 310.
Llevar los dos solo supone 30g de más con respecto al 18-135 y no lo llevas todo colgando del cuello.
Dos preguntas:
-¿Has viajado con un 18-135mm?
-¿Dónde dice que haya que llevar la cámara al cuello?
A ver si estoy incumpliendo alguna norma escrita y no lo sé. JAMÁS he llevado cámara alguna al cuello, aprecio mis cervicales (incluso si fuera una compactilla de 100gr.) y aprecio mis equipos (inclínate a ver algo y verás dónde y cómo termina la lente delantera del objetivo.
O prueba a usar una funda “pistolera” bien sujeta, del tamaño justo (con una X-T y el 18-135mm valen las más pequeñas).
Personalmente si no la llevo así, la llevo en la mano, “prêt-a-disparer”
, convenientemente sujeta a la muñeca.
He hecho viajes, durante un par de décadas, callejeando con una Canon T90 y un Tamron 70-210mm SP f3.5 (dos kilos largos sumados) y con una D700 y un Nikkor 28-105mm (lo mismo, cerca de 2kg). No quiero ni imaginar qué clase de collarín necesitaría ahora, de haberlas llevado al cuello.
Y una X-T con el 18-135mm me parece un juguete ligero, al lado de las otras.
Lo del “cabeceo”, lo mismo. No sé qué técnica usarás para encuadrar y disparar. Salvo que lo hagas como con un móvil, sujetando el cuerpo con ambas manos (entonces entendería lo del cabeceo), con el visor al ojo, mano derecha en el cuerpo y el objetivo sobre la izquierda (o sea, la de toda la vida), la diferencia entre usar el 18-55 y el 18-135 es ridícula.
Para nada se hace incómodo, de ahí que comenzara preguntándote si has viajado con ese zoom.
Y yo uso una X-T1, la T4 se agarra aún mejor.