Proceso del barro

Hace unos días puse un post “Pintando platos” y el amigo Jose_galicia se interesó en todo el proceso que lleva hacer estas piezas de barro.
Hace unos años hice una recopilación de fotos donde mostraba todo este “Proceso del Barro” hecho en la alfarería de mi amigo Paco Tito en Úbeda, y que hoy sigue su hijo Juan Pablo, dos extraordinarios artistas del barro y mejores personas.
Para mí esta alfarería es un lugar que paso obligatorio, donde una charla con padre he hijo se convierte en un rato muy agradable, y mientras ellos trabajan y charlamos, alguna que otra foto cae.
Son muchas fotos para ponerlas todas juntas, así que iré poniéndolas poco a poco.

Nada mas entrar en el Alfar, nos recibe el abuelo Tito, fundador de la alfarería. La talla está hecha por su hijo Paco.

01 by Antonio Perez, en Flickr

Aquí se puede ver parte de la exposición, donde la mayoría de los cacharros que se hacen, son los que antiguamente se hacían para la casa, de hecho, el museo se llama “Memoria de lo cotidiano”.

02 by Antonio Perez, en Flickr

Una de las piezas mas curiosas es esta, se llama paridera, y como su nombre indica es donde se sentaban las mujeres a parir.

03 by Antonio Perez, en Flickr

Y esta tercera nos muestra una figura de un Quijote, el amigo Paco se ha entretenido en hacer en barro gran parte de los pasajes del Quijote.

04 by Antonio Perez, en Flickr

Aquí tenemos al padre Paco en plena faena, haciendo unos jarros usados antiguamente como aceiteras.

05 by Antonio Perez, en Flickr
 
Ahora me he dado cuenta que le amigo Jose_galicia, lo que quería es que le explicara como procesé las fotos del post “pintando platos”, cosa que haré.
De todas maneras, ya que he empezado este post, de cómo funciona todo lo relativo a la alfarería, lo voy a terminar ya que creo que es mejor que dejarlo a medias.
 
Este es el hijo Juan Pablo haciendo unos tarros en el torno.

07 by Antonio Perez, en Flickr

07a by Antonio Perez, en Flickr

Paco en un nuevo proyecto, hacer escenas de las antiguas alfarerías. Aquí se ve como metían una tinaja en el horno para cocerla.

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Las manos del artesano haciéndole un borde dentado alrededor de la vasija.

08 by Antonio Perez, en Flickr

Cuatro generaciones de alfareros, el abuelo lo tenemos al fondo en un busto de barro, el padre y el hijo decorando jarrones y el nieto que acaba de destrozar un jarrón encima de la mesa.

10 by Antonio Perez, en Flickr
 
Una maravilla el reportaje. Me ha encantado.

Y me ha traído muchos recuerdos pasados.
He disfrutado mucho con todas y cada una de las fotos.
Que recuerdos de antaño...

Enhorabuena por las fotos.


Saludos
 
FotoPrecios mínimos del día.
El maestro haciendo un busto de su esposa. La primera foto es recién empezada, retocando la silla donde va a ir sentada y la otra es dando los últimos retoques.

12 by Antonio Perez, en Flickr

11 by Antonio Perez, en Flickr


El nieto, cuarta generación, aprendiendo del abuelo.

14 by Antonio Perez, en Flickr

15 by Antonio Perez, en Flickr

Una vez que los cacharos están terminados en el torno, se les da un baño de color. El tradicional de esta zona es el verde, pero también puede ser blanco, azul, marrón, etc.

16 by Antonio Perez, en Flickr

17 by Antonio Perez, en Flickr

Seguidamente se ponen a secar, pero no del todo. No tiene que estar muy secos porque el siguiente paso es el decorado y si se secaran del todo no se podría.

18 by Antonio Perez, en Flickr
 
Qué maravilla los trabajos de estos artistas del barro! espero que nunca deje de existir tan presiosa profesión, tan incrustada y primitiva.

Me ha gustado mucho la serie, no tanto por su composición o técnica, si no por como documenta algo que es tan añejo, tradicional y bello.

Con qué cámara has hecho la serie?
 
Qué maravilla los trabajos de estos artistas del barro! espero que nunca deje de existir tan presiosa profesión, tan incrustada y primitiva.

Me ha gustado mucho la serie, no tanto por su composición o técnica, si no por como documenta algo que es tan añejo, tradicional y bello.

Con qué cámara has hecho la serie?
Lo primero, darte las gracias por tu opinión. Las fotos de este reportaje están hechas con , Canon 350D, 40D y S90, alguna otra con el móvil, y no se si alguna con la Fuji XTI.
 
Una vez que está en su punto, se procede al decorado. Con una cuchilla se va quitando el barro con su baño de color.

19 by Antonio Perez, en Flickr

20 by Antonio Perez, en Flickr

Ahora toca dejarlas secar. Aquí vemos las piezas como si fueran soldados perfectamente alineados esperando su turno para entrar en el horno. Este es un horno árabe original, en Úbeda solamente hay dos.

21 by Antonio Perez, en Flickr

22 by Antonio Perez, en Flickr

Este es el horno empezando a llenarse. No se deja ningún hueco libre ya que cuesta mucho trabajo una cocción, 24 horas de cocción más otras 48 horas, aproximadamente, para que se enfríe. Estos hornos solamente se ponen en marcha cuando hay suficiente material para llenarlo completamente.

23 by Antonio Perez, en Flickr

Una vez lleno, se cierra la puerta poniéndole unos ladrillos de barro que es lo único que es capaz de aguantar el calor que se genera dentro, unos 1000 grados, si pusiéramos una puerta de hierro acabaría por fundirse

24 by Antonio Perez, en Flickr
 
Ya tenemos el horno encendido y a pleno rendimiento. Aquí tenemos dos vistas del interior del horno donde se ven las piezas al rojo vivo, una desde la bravera (abertura en la parte superior del horno) que está en el techo, la otra vemos un busto por una ventana de quita y pon que se deja en la puerta, es el hueco de un ladrillo que solo se quita un momento para ver y controlar el proceso, si se tiene mucho tiempo podría entrar aire y malograr la cocción.

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26 by Antonio Perez, en Flickr

Aquí vemos como avivamos el fuego para mantener constante la temperatura. El combustible que se usa son los desechos de la molturación de la aceituna, no sé si es por su alto poder calorífico o por su abundancia por estas tierras, y la segunda está hecha en el techo del horno donde hay varias troneras para que respire, viendo el color de las llamas el maestro alfarero sabe si la temperatura es la correcta y si todo marcha con normalidad.
La cocción de un horno son 24 horas en las que no se puede dejar solo en ningún momento ya que hay que estar alimentándolo constantemente de combustible para mantener la temperatura, esta operación es totalmente manual.

27 by Antonio Perez, en Flickr

28 by Antonio Perez, en Flickr

Ya han pasado las 24 horas y lo siguiente es tapar la boca por la que hemos estado alimentando el horno, se pone una tapadera y la sellamos con barro, hay que conservar el calor para que se enfríe poco a poco porque corremos el peligro de malograr toda la cocción.

29 by Antonio Perez, en Flickr

Una vez cerrada la puerta, y con las manos llenas de barro de haber puesto la tapa, se hace la señal de la cruz sobre la pared de piedra del horno y se reza la siguiente oración:

“Alabado sea el Santísimo, Sacramento del Altar,
que el Señor te quite lo que te sobre o te ponga lo que te falte. AMEN.
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. AMEN.”

La primera vez que vi este ritual me impresiono con la fe que lo hacen.

30 by Antonio Perez, en Flickr
 
Tras dos o tres días de enfriamiento, viene la hora de la verdad, abrir el horno. -Se echa un papel por la bravera superior y si no se inflama, es que ya se ha enfriado-. Han sido muchas horas de trabajo para que la cocción no se haya realizado correctamente, hay que hacerlo con guantes porque los ladrillos aún están calientes. En la otra foto podemos observar el busto en primer plano y los jarrones al fondo, el brillo y el color delatan que todo ha ido bien.

31 by Antonio Perez, en Flickr

32 by Antonio Perez, en Flickr

La cochura ha sido todo un éxito y ahora toca vaciar el horno con las piezas aún calientes; en concreto estas dos que estáis viendo, como son muy grandes, hay que taparlas con una manta para que no se enfríen de golpe porque podrían saltar y abrirse una grieta.

33 by Antonio Perez, en Flickr

34 by Antonio Perez, en Flickr

El horno ya está vacío y todas las piezas puestas en la exposición para su venta.
En esta primera foto veis un jarrón enorme, es el que se ha estado viendo en un algunas de fotos al fondo en el horno, con un color grisáceo, pues así es como ha quedado con este color verde característico de la zona, mide sobre un metro y medio.

35 by Antonio Perez, en Flickr

36 by Antonio Perez, en Flickr

37 by Antonio Perez, en Flickr

Vista del museo ubicado en la planta alta del Alfar, donde podemos ver todos los cacharros que antes eran de uso cotidiano, y hoy se han convertido en objetos de decoración

Museo by Antonio Perez, en Flickr

Última foto donde podemos ver al padre y al hijo, orgullosos de su horno árabe.

Horno by Antonio Perez, en Flickr


ALFAR - Pablo Tito alfarero
 
Última edición:
Que bonito trabajo y entrañable has hecho.
La última foto además, magnífica. Especial y con mucha transmisión.
Enhorabuena de nuevo.

La cocción del horno es lo más delicado de todo. Si las piezas no han secado correctamente, o el calentamiento se hace demasiado rápido, o la arcilla tuviese algunas impurezas... podría oírse dentro del horno durante la cocción lo que se decía “peerse” las piezas... con perdón. Pero eso era muy temido. Porque significaba que las piezas estaban estallando. Mal asunto.

Además del cuidado para echar la viruta, (nosotros utilizábamos viruta de madera como combustible) para que la cocción fuese homogénea y regular por toda la superficie del horno.

Me ha encantado tu reportaje.
Que gratos recuerdos pasados.
Enhorabuena de nuevo.



Saludos
 
Que bonito trabajo y entrañable has hecho.
La última foto además, magnífica. Especial y con mucha transmisión.
Enhorabuena de nuevo.

La cocción del horno es lo más delicado de todo. Si las piezas no han secado correctamente, o el calentamiento se hace demasiado rápido, o la arcilla tuviese algunas impurezas... podría oírse dentro del horno durante la cocción lo que se decía “peerse” las piezas... con perdón. Pero eso era muy temido. Porque significaba que las piezas estaban estallando. Mal asunto.

Además del cuidado para echar la viruta, (nosotros utilizábamos viruta de madera como combustible) para que la cocción fuese homogénea y regular por toda la superficie del horno.

Me ha encantado tu reportaje.
Que gratos recuerdos pasados.
Enhorabuena de nuevo.



Saludos
Muchas gracias por pasar y opinar. Veo que entiendes del tema. Este es un sitio donde cada día que vas tienes una foto diferente y una charla muy amena.
 
Muchas gracias por pasar y opinar. Veo que entiendes del tema. Este es un sitio donde cada día que vas tienes una foto diferente y una charla muy amena.

Me he criado en eso!!
Mi abuelo, era alfarero o ceramista o como lo quieran llamar, amigo de Tito. Tito abuelo.
Mi madre pintora de cerámica.
Unos pocos hornos árabes he quemado con mi abuelo y piezas habré hecho yo cuando era un chaval para comprarme una moto!! Jajaja.
Por eso me ha alegrado tanto verlos y recordar.


Saludos
 
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