Pues uno más.
Yo sí he tenido una sola vez un problema pero...fue culpa mía por no ser precavido en esa situación puntual (empeñarme en hacer fotos a delfines desde la cubierta de un barco de pasaje en el Estrecho de Gibraltar en uno de esos días de marejada, donde la gente se refugia en el interior porque el oleaje, la espuma y el viento, literalmente, te bañan). Y también es cierto que hay cámaras y cámaras (en otra ocasión una réflex con flash y todo se pegó una zambullida en "la mar salada", porque también me empeñé -por eso digo que no es culpa de los equipos- en hacerle fotos a mi hijo en un final de curso de windsurf, metido en el agua hasta la cintura, donde los monitores se echaban uno encima del otro para tirarse al agua y uno me cayó encima) y sorprendentemente, aquella Nikon D70 y un flash Metz sobrevivieron, aunque el flash al desplazarse con el movimiento del zoom, sonaba quejumbroso).
Pero eso no es nada habitual. Y el 99% de los fotógrafos no se ponen en situaciones así. De hecho, la camarita cuya electrónica se volvió tarumba después de la travesía, la había usado mucho en viajes, callejeando y haciendo todo tipo de fotos sin problema. Y me resultaba muy cómoda por su tamaño y poco peso (muy similar al de una X-T30/50).
Por eso yo también creo que lo del sellado (que tampoco es que te permita hacer inmersiones) no es lo más decisivo para la mayoría de la gente.