Fotón fujista: «Realidad fragmentada», por Javier García Blanco.

"Realidad fragmentada" por Javier García Blanco, con Fuji X-T1.
«Realidad fragmentada» por Javier García Blanco, con Fuji X-T1.

En un documental sobre la obra de Cartier-Bresson que vi recientemente –‘Just plain love’–, le preguntaban al genial fotógrafo galo sobre las circunstancias de una de sus fotos más célebres, la del hombre saltando un charco que parece suspendido eternamente en el aire. Bresson explicaba que al hacer la foto no tuvo tiempo de mirar por el visor, ni de encuadrar, pues pasó la cámara entre los hierros de una verja. Ni siquiera sabía en qué posición estaba el hombre, ni que había saltado.

“Es siempre cuestión de suerte”, dice Cartier-Bresson en el documental. “Es la suerte lo que importa. Tienes que estar receptivo, eso es todo. Si lo buscas, no consigues nada. Sólo hay que ser receptivo… y sucede”.

Creo que a todos nos ha sucedido en alguna –o varias ocasiones–, sobre todo cuando se hace fotografía urbana. En cierto momento, todas las piezas del puzzle se alinean como por arte de magia y, cosas del azar, captamos el momento “perfecto”. Es posible que ni siquiera seamos conscientes de ello hasta ver la foto en la pantalla, o al revisarla en casa con calma frente al ordenador. Pero ahí está.

Es lo que me ocurrió a mí hace tan sólo unos días, mientras aprovechaba una visita fugaz a Pontevedra. Mientras estaba en la plaza del Ayuntamiento, delante de una peculiar construcción cubierta de espejos que intuía podría darme juego en alguna toma, vi venir por el rabillo del ojo un ciclista a buena velocidad. Sólo tuve tiempo de llevarme la cámara al ojo, mirar por el visor y disparar sin componer. Fue todo cuestión de un par de segundos, tres a lo sumo, desde que vi venir la bicicleta a buena velocidad, apreté el disparador y el ciclista desapareció.

Ni siquiera tuve oportunidad de enfocar correctamente. Tuve que conformarme con apretar el disparador a fondo de una sola vez. La XT-1 hizo el resto del trabajo, y lo hizo bien. Como decía Cartier-Bresson, fue la suerte lo que importó en esta toma. Hice click justo en el momento preciso: cuando la cabeza del joven ciclista quedaba en la intersección de las líneas creadas por los espejos del fondo. Si el joven hubiera estado un poco más agachado, o un poco más erguido, su cabeza no habría coincidido en ese punto. Por otra parte, si yo hubiera apretado el disparador un poco antes o un poco después, tampoco habría conseguido el mismo efecto.

A la suerte citada por el maestro Bresson, yo añadiría otro “ingrediente”: el instinto. A menudo, cuando hacemos foto callejera, o urbana, uno acaba desarrollando una especie de instinto que te indica cuándo puede producirse un momento interesante. Fue ese instinto, en mi opinión, lo que me llevó a alzar la cámara y apretar el disparador. El resto fue cuestión de suerte, y de estar en el lugar apropiado en el momento adecuado, claro está 😉

Nota: La imagen tiene un ligero recorte y está algo enderezada, pues al ser todo tan fugaz no tuve tiempo ni de fijarme en el nivel electrónico 🙂

Jon Díez Supat
Jon Díez Supat
Friki fotográfico, jefazo y becario en Fujistas

4 COMENTARIOS

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4 Comments
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Fran Cegarra
Fran Cegarra
22 diciembre, 2014 01:49

Un reconocimiento bien merecido.
Me ha gustado mucho tu explicación y deja bien claro que hay que llevar siempre el arma cargada por si surge la oportunidad, a eso hay que sumar una buena intuición, buen conocimiento del equipo que llevamos en las manos y los suficientes reflejos para que esos fugaces momentos queden capturados de la mejor manera posible. En esta ocasión ha sido la suma de todo y el resultado no podría ser mejor.

Diego Jambrina
22 diciembre, 2014 09:35

La fotografía que comentas de HCB tiene mucha historia oculta. En un taller, nos contaron cómo de retocada está; bastante, bastante más de lo que a HCB le gustaba alardear. Pero bueno, aquí estamos para hablar más de nuestras fotos, y la tuya, Javier, me parece muy buena. He de reconocer que al principio me parecieron dos fotos en una, pero tras una mirada más sosegada, ya se aprecia la composición que aunque no fue consciente, por lo que dices, sino intuitiva, es absolutamente imposible hacerla si no se tienen los conocimientos y el arte que tú tienes.

Javier
22 diciembre, 2014 18:00

Muchas gracias por los comentarios, chicos 🙂

Gonzalo
Gonzalo
23 diciembre, 2014 13:45

Excelente foto.