Ya está oficialmente anunciada: la X-E1 se convertirá en el segundo cuerpo con montura X lanzado al mercado por Fujifilm. Una cámara que sin duda va a dar mucho de que hablar, al a poner a disposición de un mayor abanico de usuarios la excelencia técnica alcanzada por la compañía nipona con su sistema de objetivos intercambiables. Aunque se encuentre teóricamente en un escalón por debajo de la X-Pro1, esta Fuji X-E1 contiene en sus entrañas el mismo sensor X-Trans de 16 megapíxeles y no representa una merma sustancial en las prestaciones del hasta ahora buque insignia de Fujifilm. Así, si bien el aclamado visor híbrido desaparece en este cuerpo y se sustituye por uno puramente electrónico común a otras mirrorless, la resolución de este visor llega casi a doblarse en la nueva cámara. Y el precio mengua a 999$, un argumento que pesa mucho a la hora de decidirse por la X-E1 o X-Pro1.
Parece que Fujifilm se ha esforzado en hacer bien los deberes en el poco más de medio año desde que la X-Pro1 empezara a aparecer en los escaparates. En esta X-E1, la queja habitual de los usuarios de su hermana mayor parece que quedará resuelta: la velocidad de autoenfoque se reduce a 0,1 segundos según Fujifilm, al menos con el nuevo objetivo zoom Fujinon XF 18-55mm f/2.8-4 OIS. Todavía no está muy claro si se logrará está respetable velocidad con los objetivos ya comercializados. Afortunadamente, esta mejora del autoenfoque también la podrán disfrutar los usuarios de la X-Pro1 mediante la inminente actualización de firmware 2.00.
Otro avance con respecto a la X-Pro1 es el visor electrónico OLED con 2,36 millones de puntos de resolución que, según se puede leer por la red, será el mismo alabado visor que contendrá la inminente Sony NEX-6. Aunque a algunos le parezca un sustituto bastante pobre a un visor óptico como mandan los cánones, el doblar casi los 1,44 millones de puntos de la X-Pro1, el alto contraste de 1:5000 y la existencia de un ajuste dióptrico de serie, bien puede ser considerado una mejora sustancial para los que están acostumbrados a ver la imagen electrónica. Fujifilm nos cuenta que el visor constará de dos elementos de cristal y un elemento asférico doble que ofrecerá una imagen de alta calidad «comparable a la de un visor óptico».
Pero a pesar de estas importantes mejoras técnicas, la X-E1 tiene ciertos detalles que la delatan como una cámara destinada a un mercado a un mercado diferente que la X-Pro1. Aparte de la ausencia del visor híbrido, la falta de la conexión para cable de sincronización de flash y el hecho de que el la construcción del cuerpo sea de aleación de magnesio sólo parcialmente , son varios de los hándicaps que pueden pesar para los fotógrafos más exigentes. La inclusión de un pequeño flash de relleno retráctil con un discreto número de guía de 7 es otro guiño a los usuarios más básicos, aunque seguro que puede sacar de un apuro en más de una situación.
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