Top Fujista: Roberto de la Torre.

Roberto de la Torre, Vigo. Web: roberdelatorre.com

Tu fotografía se centra en retratar el mundo rural, las costumbres más ancestrales y festividades de tu Galicia natal ¿Cuando empezaste esa búsqueda?¿Has explorado antes otras disciplinas fotográficas?

Todo comenzó hace unos diez años, fotografiando la aldea gallega de donde procede mi madre. Lo hacía con una antigua cámara réflex rusa que no funcionaba muy bien. Empezó siendo como un juego y un pasatiempo pero poco a poco y con la llegada del digital, que abrió nuevas ventanas en mi forma de trabajar, se convirtió en un proyecto más serio.

Como muchos fotógrafos no comencé con un solo tema. Además de la aldea, durante un tiempo previo a la madurez fotográfica hacía fotografías de todo tipo, paisajes, naturaleza, deportes… La pasión por mi tierra y el descubrimiento de su gran riqueza cultural hizo que centrase mi trabajo en un solo camino, el que sigo actualmente.

La mundialización de la cultura avanza a pasos de gigante y la esencia cultural de los pueblos tiende a convertirse en objeto de folklore, ¿Qué queda de la Galicia que recogen tus imágenes? ¿son un reflejo real de un pueblo que consigue mantener intactas sus raíces? ¿Definirías tu fotografía como un intento de arqueología visual con el objeto de recuperar y fortalecer esa cultura tradicional?

Galicia es una tierra que siempre ha estado aislada, por sus características orográficas con una población dispersa y una red viaria que hasta no hace mucho era precaria. Esto ha conseguido mantener intactas tradiciones ancestrales muy lejos de los círculos turísticos.

Tal vez mi fotografía esta a medio camino entre lo documental y la fotografía artística mas plástica. Arqueología visual de la cultura inmaterial. Para mi la esencia es poder combinar estas doctrinas en mis trabajos, pero no creo que ayude a fortalecer las raíces que están en peligro. Lamentablemente la desaparición de la sociedad rural tradicional y el envejecimiento de las gentes hace mucho daño a estas tradiciones que nadie conserva ni perpetúa.

Detrás del trabajo fotográfico, hay una gran labor de investigación antropológica y etnográfica. Jornadas enteras de viaje por la Galicia mas desconocida y apartada buscando esas tradiciones, a veces trabajando mas con una libreta que con la cámara…

¿Has conseguido algún tipo de apoyo institucional para tu labor documental?

No he solicitado por ahora apoyo a nivel institucional, el trabajo que hago crece cada día, ganando peso y calidad, me gustaría tenerlo muy maduro y preparado para cuando llegue ese día.

Lamentablemente he de decir que, por norma general, las instituciones no valoran mucho estas pequeñas tradiciones culturales, centrándose en otras mas estéticas y comerciales… Están de moda en Galicia las fiestas de “recreación histórica” donde hay mucho movimiento económico pero en la práctica poco valor cultural. Otras tradiciones que si están basadas en rituales ancestrales se disuelven por el tiempo y el olvido administrativo que por desgracia, es casi imprescindible.

Háblanos de los fotógrafos que más te hayan marcado. ¿Hay algún fotógrafo actual que te gustaría recomendar?

Mi fotografía bebe de las fuentes mas clásicas del documentalismo: Bresson, Evans y Doisneau… pero el que más me ha marcado ha sido Josef Koudelka. Cristina García Rodero y su trabajo en Galicia también ha sido un puntal, he tenido la suerte de encontrármela en alguna ocasión y compartir con ella experiencias fotográficas. Otro fotógrafo del que me apasiona su legado es Virxilio Vieitez, un retratista de una sociedad rural gallega de lo mas tradicional y auténtica. Muy recomendable.

¿En qué proyectos fotográficos andas enredado?¿Ideas para el futuro?

He sido socio fundador y presidente de la asociación fotográfica Gallega Phosgalicia durante años, que promueve desde esta pasión por la fotografía la cultura y naturaleza de Galicia. Mi compromiso con el trabajo específico que hago actualmente me obligó a dejar la directiva, pero sigo colaborando con sus proyectos.

Actualmente colaboro con un grupo de artistas fotógrafos de Galicia en la ciudad de Vigo, dándole forma a un proyecto que espero que tenga una identidad propia de calidad y sea un referente fotográfico de nivel en Galicia.

Mis ideas de futuro son seguir investigando y descubriendo. Diferentes proyectos en paralelo dan forma al trabajo, por separado no seria completo así que sigo incrementando conocimientos y documentándolos.

¿Cuál es tu equipo fotográfico actual? ¿qué te gustaría mejorar de el?

Actualmente trabajo con un equipo Fujifilm de la serie X, concretamente la Fujifilm X-Pro 1 combinando con dos lentes, el 14mm 2.8 y el 35mm 1.4. Es para mi muy importante la discreción que me aporta este equipo ligero, no llama la atención tanto como una réflex y la calidad óptica y mecánica de la cámara me están dando resultados excelentes. Espero que Fujifilm siga en esa línea de calidad y por pedir me gustaría que la sustituta de la X-Pro sea estanca a polvo y salpicaduras y mejore la autonomía de las baterías que no están hechas para un ritmo de trabajo tan elevado como yo sigo.

¿Puedes contarnos alguna anécdota interesante o comprometida que te haya sucedido durante tu práctica fotográfico?

Pues anécdotas muchas llevo ya en mis recuerdos, tal vez lo mas bonito es cuando consigo mezclarme al 100% con lo que estoy viviendo, desaparece el fotógrafo y nace en mi esa satisfacción por vivir algo único y auténtico, a veces lo disfruto muchísimo sin hacer tantas fotos como cabria esperar. Esa riqueza espiritual y cultural me la llevo muy dentro porque me apasiona. Las fotos ahí son secundarias.

¿De cuál de tus trabajos estás más orgulloso?

Estoy orgulloso y triste a la vez de poseer documentos de tradiciones que han desaparecido porque ya no se celebran. Es una pérdida incalculable de valor cultural que en un pueblo, por ejemplo, no se haga el carnaval tradicional, con su “enmascarado” único en el mundo. No hay otro igual y es ancestral.

Muchas veces en la televisión vemos documentales de rituales en otros países lejanos y exóticos y nos parece fascinante… Porque es algo desconocido. Pues tal vez lo tenemos al lado de casa, igual de extraño, igual de ancestral e igual de único… y en peligro.

Estoy orgulloso de haber vivido estas experiencias y haber podido documentarlas para que esa cultura inmaterial no desaparezca de la memoria nunca.

Acabamos la entrevista pidiéndote un consejo para aquellos que se inician en el mundo fotográfico, y concretamente en el ámbito documental.

Trabajo, constancia, perseverancia, una vez y otra vez… Eso es lo que marca la diferencia de un trabajo serio a un pasatiempo fotográfico.

También aconsejo a los que comiencen con esta pasión por la cultura y la documentación que siempre, en medida de lo posible, procuren comprender lo que están fotografiando, a ser posible documentándose sobre el origen y preguntando al saber popular de las gentes. Conociendo el origen y los motivos de las celebraciones se viven y por supuesto, se fotografían mejor. Se viven desde dentro y eso, se nota después en el resultado.