- Autor: Angel Ruiz Migens.
- Web: Galería de Flickr.
- Visto en el foro de Fujistas.
Acabo de regresar a casa después de dar “un paseo” de veinte días por el norte de nuestra península y, a nivel fotográfico, quería compartir la experiencia con vosotros, sobre todo en lo que se refiere a la neura por llevar mucho equipo.
Ordesa. Fuji X-T1 con Fujinon xF 16-55 mm f/2.8.
Salí de casa con los dos cuerpos que tengo, una X-T1 y la pequeña X-E2S, y casi todas las ópticas de Fuji que poseo, para lo cual, he utilizado una bolsa Matin Balade 200, que es la que empleo a diario y en la que llevo la X-T1 con el 16-55, la X-E2S con el 23 f/2, y el pequeño Nissin i40. Para el resto del equipo utilizo una mochila Lowepro.
Intentando resumir, diré que el contenido de la Lowepro no ha salido de ella en todo el viaje (en una ocasión el 50-140 y en otra el Zeiss 12mm), realizando el 99,5% de las fotos con las lentes montadas desde casa en ambos cuerpos.
Me ha sorprendido muy gratamente el rendimiento del conjunto X-E2S con el 23 f/2 permanentemente montado en ella. Callejear de noche sin trípode, tirando de ISO con este conjunto, es una auténtica delicia.
¿Necesito tantas lentes en la bolsa? La conclusión es clara: No. Para un aficionado medio/mediocre como yo, no es necesario. Y una segunda conclusión: soy, más que fotógrafo aficionado, un impulsivo comprador de equipo.
Os dejo algunas muestras:
Torla. Fuji X-T1 con Fujinon XF 16-55mm f/2.8.
Bosque de Basajaunberro (Roncesvalles) Fuji X-E2S con Fujinon XF 23mm f/2.
Valle de Bujaruelo. Fuji X-T1 con Fujinon XF 16-55mm f/2.8.
Gijón con niebla. Fuji X-E2S con Fujinon XF 23mm f/2 sin trípode.
Avilés nocturno. Fuji X-E2S con Fujinon XF 23mm f/2 sin trípode.
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