Quizas lo bueno de una camara sin espejo sea su tamaño y eso es algo ideal para gente como yo que la lleva todos lados como si de mi cabeza se tratara, la foto fue tomada a las 10 de la mañana de camino a Barcelona en el tren de cercanias, quizas la composicion no sea perfecta y puede que la persona situada detras de la protagonista resulte sobrante en la imagen, pero esa capacidad de quedarte mirando fijamente al reflejo del cristal me resulta suficiente para que la toma me parezca suficientemente interesante.