Una de las primeras cosas que aprendemos cuando nos iniciamos en este apasionante mundillo es que la palabra «fotografía» proviene de griego phōs, «luz» y graf, «rayar, dibujar, escribir». Y este significado tiene todo el sentido ya que efectivamente, el proceso de tomar una fotografía es, en esencia, recoger en un material sensible la luz disponible. Y lo que obtenemos son las imágenes de los objetos que han reflejado la luz de forma que se ha registrado en nuestra película o sensor digital.
Por tanto, para tomar la foto, resulta que lo que tenemos que hacer es “controlar la luz”, es decir, adecuar la configuración de la cámara y el sensor a la luz que tenemos. Y aquí es donde nos movemos en el triángulo de la exposición (Abertura, Velocidad y Sensibilidad ISO) que ya hemos visto en repetidas ocasiones. Al final, lo que hacemos con los tres parámetros es regular la entrada de luz para que sea la cantidad correcta de luz la que llegue al sensor. Si no hay luz, no hay fotografía.
En los apuntes fotográficos que tenéis a vuestra disposición en el blog ya hemos visto cómo podemos manejar la exposición en la cámara, y cómo afectan las variaciones de cada uno de los parámetros a la hora de tomar una fotografía. A modo de recordatorio, la apertura estaba relacionada con la profundidad de campo mientras que la velocidad de obturación nos permitía detener el movimiento o hacerlo más evidente.
Como vemos, todo depende de la luz. Por eso no está de más intentar entender la materia prima de nuestras fotos, sus características y cómo se comporta.
La luz, analizada con 5 variables
Intensidad
Es la cantidad de luz disponible, esto es, con cuánta luz contamos para exponer la foto. No es la misma intensidad la que nos da el sol en un día despejado que una vela dentro de un monasterio. Si tenemos poca intensidad, necesitaremos aumentarla de la forma que esté a nuestra disposición, bien sea con un flash o una linterna, o bien aumentando la sensibilidad de nuestra cámara aunque esto nos de una foto de menor calidad técnica. En este punto, yo soy de los que opina que es mejor una foto con ruido, que no hacer la foto.
Difusión o cobertura
La diferencia entre luz difusa y luz especular la podemos observar en el reflejo que producen al incidir en un objeto. En el caso de la luz especular los rayos de luz se reflejan en una misma dirección, similar a lo que ocurre en un espejo, generando puntos o zonas brillantes en el objeto, mientras que con luz difusa, la reflexión se produce en todas direcciones evitando que se produzca el efecto de “puntos brillantes”.
Se refiere a la distribución espacial de la luz, esto es, dónde queremos que ilumine y donde no. Si queremos iluminar una zona muy amplia tendremos una luz dispersa y difusa, mientras que la luz de un flexo nos proporciona una luz concentrada y especular.
Calidad
Podemos tener luz dura, donde los bordes de paso de luces a sombras están bien definidos, o luz suave cuando tenemos el paso de luces a sombras con un degradado. Luces duras nos muestran las texturas y las formas mientras que luces suaves son muy demandadas para retrato por disimular las pequeñas imperfecciones de la piel. Esta característica va relacionada con el tamaño relativo entre la fuente de luz y el objeto o modelo que queremos fotografiar. Cuanto mayor es la fuente de luz con respecto al objeto, mas suave será la luz que tengamos.
Color
según la temperatura de la luz podemos variar los tonos globales en nuestra imagen, hacia tonos anaranjados o bien hacia los azulados. Este parámetro podemos modificarlo fácilmente en postproducción. Como referencia, la luz directa del sol tiene 5.500ºK. La temperatura de color nos proporciona sensaciones distintas. Si elegimos tonos naranjas y rojos (cálidos), tendremos fotos con una sensación de cercanía, emoción, pasión, intimidad, energía y alegría, mientras que si nos decantamos por los tonos azulados (fríos) la sensación de la foto será más lejana, melancólica, pero también de frescura o relax. Se mide en grados Kelvin (ºK).
Dirección
Desde dónde queremos iluminar nuestro objeto o modelo. La dirección nos afecta fundamentalmente a la percepción del volumen y la textura. Una luz frontal en un retrato nos da una imagen plana, mientras que si cambiamos la dirección hacia un lateral, creamos sombras que nos generan volumen.
Cuando estamos fotografiando con luz natural, no podemos controlar todos los conceptos anteriores, pero en cierta manera sí que podemos manejar la luz disponible para nuestro beneficio. Por eso, buscamos la hora dorada del atardecer para retratos, ya que nos proporciona una luz cálida, con menor intensidad. Podemos suavizar la luz utilizando un difusor y colocar a nuestro modelo de forma que la dirección nos de cierto volumen (si es lo que queremos).
Pero si pasamos a utilizar luz artificial, podemos tener el control de todos los parámetros anteriores. La potencia del flash está directamente relacionada con la intensidad de la luz que vamos a conseguir, para la difusión y la calidad podemos emplear modificadores (ventanas, octabox, beauty dish, snoot, paneles de abeja…). La temperatura de color de los flashes suele estar entre los 5.500ºK y los 6.000ºK, pero jugando con el balance de color o con los filtros de gel, podemos adaptarla a nuestras necesidades. Y la direccionalidad está en nuestra mano con solo cambiar la orientación del flash.
Otro concepto fundamental en el tema de la iluminación es entender cómo se transmite la luz, con cuanta intensidad (cantidad) llega a nuestro objeto o modelo y como sigue avanzando hasta el fondo. Me refiero a la Ley Inversa del Cuadrado, que seguro que habéis oído hablar de ella. Intentando simplificarla al máximo quiere decir que si duplicamos la distancia de nuestro modelo al flash, la intensidad de la luz disminuye a ¼ de la inicial.
Lo ideal es poder controlar a nuestro antojo las características de la luz que hemos visto previamente para poder obtener la fotografía que queremos, y este control lo permite la luz artificial.
En resumen, ya conocemos las características de la luz y veremos en siguientes temas cómo podemos modificarlas para conseguir la iluminación que buscamos para nuestra composición. Pero antes de acabar, dejadme que reitere los dos conceptos fundamentales sobre los que nos vamos a basar para modificar la luz a nuestro antojo:
Tamaño relativo de la luz con respecto a lo que vamos a fotografiar. Está directamente relacionado con la calidad de la luz. Si queremos una luz suave necesitaremos una fuente de luz grande en relación con el objeto o modelo. Al contrario, si buscamos una luz dura, buscaremos una fuente de luz pequeña.
Distancia relativa: Este concepto incide directamente en la intensidad que necesitamos para exponer correctamente, pero también afecta en mayor o menor grado a la calidad, cobertura y dirección.
Os invitamos a que saquéis el flash del cajón y probéis distintas situaciones para ver cómo se comporta la luz. ¡Un saludo para todos!
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El pasado curso me lo tragué de golpe como alguna serie de Netflix pero este me tocará ir semana a semana 😃 Buena explicación y buenas fotos, a ver si aprendemos algo de flashes!!!
Muy interesante, lo seguiremos con atención.
Jajaja, bueno, la verdad es que no era excesivamente largo, pero todo del tirón se puede hacer un poco pesado.
Para este has llegado a tiempo de seguirlo en cómodas entregas. Esperamos que os sirvan.
Muchas gracias Vanessa
Muchas gracias Santi!
Parte de que soy muy fan de tus apuntes, Nacho. Pero creo que esta introducción me suena un poco, aunque está igual de bien explicado y ameno como los anteriores. Espero con ganas que entreis en materia más avanzada 😉
Hola!! Si, puede que te suene un poco porque en los apuntes de fotografía también hablamos de la luz y de sus características. Pensamos que merecía la pena volver a insistir en estos conceptos porque habrá gente que solo vea estos y no los de fotografía general y siempre viene bien recordarlos.
Pero descuida que en breve entramos a fondo con el tema de la iluminación.
Muchas gracias por seguirnos tema tras tema. Un saludo!
Me has recordado algo que tenía olvidado: » Cuanto mayor es la fuente de luz con respecto al objeto, mas suave será la luz que tengamos. »
Buen curso y gran aporte
Muchas gracias Miquel
Los conceptos básicos de iluminación son muy sencillos, pero a veces se nos olvidan y complicamos todo.
Un saludo!
Ya tienes una fans más de tus artículos, me encanta tu claridad al explicar los conceptos básicos
Muchas gracias!! Nos encanta tener nuevos fans!!