Crónica de la II Kedada Nacional de Fujistas celebrada en Zaragoza (Primera parte)

Una docena de fujistas de varios puntos de la península nos juntamos el pasado uno de noviembre en Zaragoza para recorrer, cámara en mano, los escenarios más vistosos de la capital maña. La fotografía era el eje principal de la kedada, aunque la cita servía también de excusa para encontrarnos con los compañeros del foro, para disfrutar de una buena comida, unas cañas y sobre todo muchas risas. Era exactamente el mismo guión que el de la primer kedada madrileña, solo que esta vez se añadía la visita a la exposición de Virgilio Hernando que, después de su clausura, se alargaba un día más hasta el sábado en exclusiva para la parroquia fujista.

La jornada comenzó en la estación de las Delicias, donde fuimos a esperar a los fujistas llegados de Madrid y de Barcelona. Después de reencontrarnos con viejos compañeros de andanzas y desvirtualizar a nuevos foreros, no tardamos en poner el equipo fotográfico sobre la mesa. Gracias a Fujifilm España, teníamos de prueba una Fuji X-T1, una lente Fujinon XF 23mm f/1.4 R y el zoom Fujinon XF 10-24mm f/4 R LM OIS. También causó sensación una Fujinon XF 56mm f/1.2 R del compañero Roberto Ruiz (idar) y circuló una Fuji X30, a la vez que varias lentes manuales de montura Leica M. Hubo incluso intercambio de cámaras analógicas y se tiraron hasta cinco carretes entre tres compañeros.

Después de desayunar, marchamos rápidamente a encontrarnos con Virgilio en el Centro Cultural Ibercaja Actur. Fue una auténtica gozada recorrer la exposición de la mano del propio autor, escuchar las anécdotas detrás de cada fotografía y los pormenores de la evolución de su breve pero intensa trayectoria. La de Virgilio es una historia de apasionamiento con la fotografía callejera de la que mucho se puede aprender. Sus cincuenta «miradas personales a pie de calle» -la mayoría de ellas capturadas con la Fuji X100– estaban bien acompañadas por bancos, señales de tráfico y otra parafernalia urbana cuidadosamente «tuneada»: toda una experiencia visual para los fans de la streetphotography.

Desde la exposición, nos dirigimos rápidamente al centro de Zaragoza para iniciar nuestro itinerario callejero, no sin antes hacer una parada en un pub para refrescar bien el gaznate y pillar fuerzas. Javier García Blanco, el principal organizador de la kedada, nos guió a través de la plaza del Pilar y el Casco Antiguo.  He aquí unas cuantas fotos del recorrido:

Al cabo de un par de horas de deriva callejera, nos dirigimos al Molino de San Lázaro, un restaurante con mucho encanto donde comimos opíparamente. Nos entretuvimos un buen rato en la sobremesa debatiendo sobre fotografía digital y química, la situación del fotoperiodismo, compartiendo mil y un referencias de autores y otras tantas impresiones sobre cámaras, lentes y cachivaches varios. Podríamos habernos quedado charlando más rato, pero la jornada era corta y el tiempo apremiaba…

Con el cambio de horario, el atardecer se nos echó encima muy pronto: fotos a la orilla del Ebro y apenas un rato de paseo, ya sin apenas luz, para ir en autobús hacia la estación y despedir la jornada con una sonrisa en la boca. No pudimos evitar empezar a tramar la próxima kedada: será en Barcelona, al comienzo de la primavera.

Si queréis ver más puntos de vista sobre la II Kedada Nacional de Fujistas en Zaragoza, os recomendamos visitar las crónicas de Ana Victoria Campo (Anvica) y de Roberto Ruiz Herrera (idar), dos de los fotógrafos maños que participaron en el encuentro. En unos días se publicará la segunda parte de este reportaje, y os mostraremos algo muy común que sucede en las kedadas: los múltiples puntos de vista sobre un mismo motivo fotográfico.