Una cosa es que subas hasta el faro y te encuentres una pareja encaramelada mirando al mar o en el peor de los casos un grupo de chavalillos apurando un porrillo como si no hubiese mañana, vamos, es de lo que yo podría considerar habitual cuando subes la escalera del muro de hormigón detrás del rompeolas buscando el faro.
Desgraciadamente ese sitio donde se encuentra el faro apesta a orina y mucho, parece ser que debe ser una sensación agradable eso de mear mirando al mar desde la parte alta del puerto.
No por ello va a ser impedimento para que yo intente sacar algo de provecho del faro.
Bueno, que ya no os suelto la chapa con el equipo que ya lo sabéis todos de sobra.
Saludos!!!