Siempre me ha gustado tirar fotos en los museos, se está tranquilo (en algunos de ellos, alrededor de algunas piezas, no de todas), te da tiempo a pensar la toma, a decidir el ángulo, a medir la luz... Además las esculturas posan muy bien, no se cansan, no cambian el gesto, no guiñan los ojos.
En fin, que en el museo de las reproducciones de Bilbao, me encontré con esta señorita, disparé, y ahí está la pieza. Espero que entretenga porque probablemente no será la última que suba de esta serie.
Un saludo a todos.