Se me ha aparecido en un portón (que no en un portal, ni una cueva), semiescondida en los bajos de la parroquia de los Santos Apóstoles (Oviedo). Llevaba conmigo la X-E3 y el 55-200 mm para poder aportar pruebas de esta sobrenatural experiencia...
No me ha transmitido ningún mensaje para la humanidad, aunque como podéis ver por su expresión facial, pasa mogollón de todo.