Los cortes no tienen por qué ser necesariamente malos. Pueden utilizarse para crear una forma que dirija la mirada, o para representar continuidad más allá del encuadre. También, si no querías que las manzanas perdieran espacio en el encuadre, pues probablemente no tenías más opción. En estos casos me parece que lo mejor, si vas a cortar, es hacerlo más abajo para que no parezca que lo que falta se ha quedado fuera del encuadre por error (e incluso si ha sido así, recortar en el procesado). Desde mi punto de vista y mi poca experiencia en bodegones, creo que la toma hubiera ganado si te hubieras posicionado justo delante de las manzanas, con la cámara paralela a la pared (para que la línea de la cómoda fuera paralela al borde inferior del encuadre), y jugar así con el contraste de las líneas rectas de la cómoda y de la puerta que hay a la izquierda, frente a las curvas de las manzanas y del jarrón.
Lo que sí me parece preciosa es la luz que tenías.