Nos levantamos y nos vamos a ver el Cap Formentor y de camino hacer una parada en el Mirador de Es Colomer.
La carretera se va estrechando y está llena de ciclistas; hay literalmente cientos de ellos lo que hace bastante penoso el ascenso ya que tienes que evitar los coches y ciclistas que bajan en dirección contraria para dejar la separación suficiente para adelantar a los que suben.
Hay que ir con mucho cuidado y respeto, subimos lentamente y eso hace el trayecto más cansado.
All llegar al mirador el poco espacio disponible está lleno y una parte está cortada por el rodaje de un anuncio así que decidimos continuar hasta el Faro.
Un buen rato después nos acercamos al faro por la carretera y ya intuimos por el número de vehículos que va a ser difícil aparcar. Afortunadamente vemos un hueco entre dos vehículos en la penúltima curva y decidimos aparcar ahí.
Comprobamos que efectivamente arriba es imposible aparcar y los coches esperan parados en la carretera a que alguien abandone el escueto párking. Hay cientos de bicicletas y ciclistas. Grupos de alemanes, franceses e incluso americanos.
Nos hacemos las fotos de rigor con las maravillosas vistas pero sinceramente no lo recomiendo debido a lo penoso y lento del viaje. Especialmente a los conductores con menos experiencia para evitar sustos y disgustos.
De vuelta planeamos parar en Es Colomer pero vamos tan hartos de coche y curvas que nos planteamos seriamente pasar de largo si sigue sin haber aparcamiento.
Afortunadamente vemos un sitio y podemos disfrutar del Mirador. Creo sinceramente que es mucho más recomendable que el Faro de Formentor. Es mucho más grande, está perfectamente pavimentado para los visitantes y dispone de varias vistas diferentes todas espectaculares. Es bastante grande así que no te sientes agobiado. Las vistas en un día soleado como hoy son preciosas.
Paramos en la Cala Formentor y gozamos durante unos minutos en su playa tranquilamente. Hay poca gente y parece un sitio algo exclusivo. El parking es caro y no hay otro sitio donde dejar el coche.
Continuamos hasta el Port de Pollença porque nos han comentado una ruta o paseo bonito entre pinos al lado del mar.
Paramos a tomar un bocadillo y los dueños no sabían muy bien donde estaba. Hemos deducido que es el paseo al lado del mar cuando se acaba el Puerto. Al principio se ven algunos restaurantes y luego casas flanqueadas por pinos que algunos llegan hasta el mar. El paseo es muy agradable pero hace calor.
Un avión Canadair del Grupo 43 del Ejército del Aire da vueltas alrededor de la bahía. A veces vemos que suelta agua sobre el mar. Puede que me equivoque pero creo que están practicando o haciendo maniobras. Son los populares Apagafuegos, imprescindibles en la lucha frente a los incendios forestales. Son aviones a turbohélice, capaces de cargar agua en unos pocos segundos para combatir los incendios. Son maniobras arriesgadas que requieren gran pericia.
Volvemos al hotel y nuestro plan de tarde es descansar y pasear por la playa después de cenar. Hemos tomado mucho sol y se nota el cansancio.
La carretera se va estrechando y está llena de ciclistas; hay literalmente cientos de ellos lo que hace bastante penoso el ascenso ya que tienes que evitar los coches y ciclistas que bajan en dirección contraria para dejar la separación suficiente para adelantar a los que suben.
Hay que ir con mucho cuidado y respeto, subimos lentamente y eso hace el trayecto más cansado.
All llegar al mirador el poco espacio disponible está lleno y una parte está cortada por el rodaje de un anuncio así que decidimos continuar hasta el Faro.
Un buen rato después nos acercamos al faro por la carretera y ya intuimos por el número de vehículos que va a ser difícil aparcar. Afortunadamente vemos un hueco entre dos vehículos en la penúltima curva y decidimos aparcar ahí.
Comprobamos que efectivamente arriba es imposible aparcar y los coches esperan parados en la carretera a que alguien abandone el escueto párking. Hay cientos de bicicletas y ciclistas. Grupos de alemanes, franceses e incluso americanos.
Nos hacemos las fotos de rigor con las maravillosas vistas pero sinceramente no lo recomiendo debido a lo penoso y lento del viaje. Especialmente a los conductores con menos experiencia para evitar sustos y disgustos.
De vuelta planeamos parar en Es Colomer pero vamos tan hartos de coche y curvas que nos planteamos seriamente pasar de largo si sigue sin haber aparcamiento.
Afortunadamente vemos un sitio y podemos disfrutar del Mirador. Creo sinceramente que es mucho más recomendable que el Faro de Formentor. Es mucho más grande, está perfectamente pavimentado para los visitantes y dispone de varias vistas diferentes todas espectaculares. Es bastante grande así que no te sientes agobiado. Las vistas en un día soleado como hoy son preciosas.
Paramos en la Cala Formentor y gozamos durante unos minutos en su playa tranquilamente. Hay poca gente y parece un sitio algo exclusivo. El parking es caro y no hay otro sitio donde dejar el coche.
Continuamos hasta el Port de Pollença porque nos han comentado una ruta o paseo bonito entre pinos al lado del mar.
Paramos a tomar un bocadillo y los dueños no sabían muy bien donde estaba. Hemos deducido que es el paseo al lado del mar cuando se acaba el Puerto. Al principio se ven algunos restaurantes y luego casas flanqueadas por pinos que algunos llegan hasta el mar. El paseo es muy agradable pero hace calor.
Un avión Canadair del Grupo 43 del Ejército del Aire da vueltas alrededor de la bahía. A veces vemos que suelta agua sobre el mar. Puede que me equivoque pero creo que están practicando o haciendo maniobras. Son los populares Apagafuegos, imprescindibles en la lucha frente a los incendios forestales. Son aviones a turbohélice, capaces de cargar agua en unos pocos segundos para combatir los incendios. Son maniobras arriesgadas que requieren gran pericia.
Volvemos al hotel y nuestro plan de tarde es descansar y pasear por la playa después de cenar. Hemos tomado mucho sol y se nota el cansancio.










