Desconozco el ámbito de la disciplina fotográfica de “social”, pero para mi no deja de ser un tipo de fotografía documental. Siendo así, hacer desaparecer objetos no sería aceptable, al menos en el documentalismo clásico.
Entiendo que puede potenciarse el contraste de una zona, levantar las luces de otra, añadir quitar color (que no cambiarlo)…. Todas estas cosas, son una interpretación de lo “real” (una palabra bien resbaladiza en fotografía, es cierto, quizás podríamos sustituirla por “veraz”). Pero añadir, mover o quitar objetos, ya no es una interpretación, es directamente una alteración. Yo creo que está ahí la clave.
La fotografía no es la realidad, eso ya lo ha pensado y explicado gente muy top (incluso filósofos antes de que existiera la fotografía, imagina). Pero si que trata acerca de lo real: es decir, había una persona que con una cámara oscura hizo clic, y habían una serie de elementos, que estaban delante de la cámara cuando eso sucedía. Alterar esa realidad provoca que ya no estemos hablando de fotografía.
No se trata de comerse la olla, solo ser consecuente con el medio. Lo podemos llamar arte digital, arte visual, fotomontaje, como queráis. Pero difícilmente fotografía por lo que comentaba anteriormente.
Por lo mismo, estoy seguro que veremos fotolibros realizados enteramente con una IA generativa. Pero por mucho que se empecinen, cuando llegue ese momento, eso no será fotografía. Será una novela gráfica, cosa que mola. Tú puedes explicar una situación en un conflicto de esa manera, solo que no será fotografía documental, y cuidado, ni falta que le hace. Pero como a la fotografía se le ha endilgado el papel de ser notario de la realidad, todo el mundo quiere subirse a ese carro, cuando realmente no es necesario.