Esta entrada es un pequeño balance sobre el saldo en fotos del equipo que me llevé de vacaciones. Viene a ser como mi autorrespuesta particular a esta otra entrada mía en el hilo sobre el tema. No la incluyo allí porque creo que sería salirse demasiado del hilo, con consideraciones poco objetivas.
Haciendo algo de caso a quienes (con buen criterio) me aconsejaban no llevar tanto cachibache, acarreé al final la Panasonic GX-9 y la Sony α6600. Para la primera llevé como ópticas los Pana 14mm f2.5, 30mm f2.8 y 45-175 f4; y los Oly 25mm y 45mm (ambos f1.8). Con la Sony, solo llevé su zoom 18-135mm f3.5 y el Samyang AF 12mm f2.
Junto con ello, una batería extra en el caso de la Panasonic, cargadores de ambas cámaras, una mochila pequeña y un bolso de colgar, pera y trapito de limpìeza y trípode (Manfrotto Compact Advanced).
¿Qué hice con todo este circo?
Para empezar, aclaro que iba a un destino rural en plan de familia (Hermisende, Zamora), con una ida previa para dejar a parte del grupo familiar y una escapada intermedia de tipo más turístico (La Rioja). Como tuve que volver por casa, dejé una parte del equipo allí en el primer viaje. De todos modos, en conjunto no resulta especialmente gravoso desplazar toda esa parafernalia, especialmente por el reducido tamaño y peso de la parte del sistema micro cuatro tercios. Cuando además puedes tenerlo todo en una casa familiar no temes por el equipo.
De todas maneras sobraban cosas: el trípode, por ejemplo, no estoy hecho a su uso y aunque seguro que podría mejorar mis resultados, no es imprescindible en el tipo de foto que hago ahora mismo. No salió de su funda. Un peso que podía haberme ahorrado.
El resto lo usé todo. Pero obviamente, no todo con el mismo resultado. Yo creo que el gran triunfador de mi periplo fue el Samyang AF 12mm f2. Creo que obtuve algunas de las imágenes que más me gustan y da bastante juego en paisaje y arquitectura. Otras cosas, evidentemente, no las cubre: no es lo mejor para retratrar, salvo que quieras darle a los sujetos una estética a lo "Los nibelungos" de Fritz Lang. Si no se siente uno "expesionista alemán", pues mejor intentar esos retratos con el zoom, que lo apaña bien.
En micro cuatro tercios, el 14mm y el tele fueron de lo que más empleé (ya lo decía @jotae), aunque también me sentí cómodo y creo que logré alguna foto decente con el 25 y el 45 de Oly. Quizá el Pana 30mm es el que podía haber dejado también en casa.
Eché de menos cosas, eso sí: no planifiqué bien el sistema de copia de seguridad y me llevé para ello un tablet con el que no podía hacerlo fácilmente. Así que no volqué las tarjetas hasta que estuve de vuelta: un pequeño riesgo que seguro que a alguien le habrá dado un disgusto alguna vez.
Si pensábais que os íbais a librar de el visionado de alguna de mis "joyas", vais dados: aquí os pego algunas para dar apoyatura gráfica al asunto.
Si has llegado hasta aquí leyendo y viendo fotos, eres un amig@
Grasias de antebraso.
Haciendo algo de caso a quienes (con buen criterio) me aconsejaban no llevar tanto cachibache, acarreé al final la Panasonic GX-9 y la Sony α6600. Para la primera llevé como ópticas los Pana 14mm f2.5, 30mm f2.8 y 45-175 f4; y los Oly 25mm y 45mm (ambos f1.8). Con la Sony, solo llevé su zoom 18-135mm f3.5 y el Samyang AF 12mm f2.
Junto con ello, una batería extra en el caso de la Panasonic, cargadores de ambas cámaras, una mochila pequeña y un bolso de colgar, pera y trapito de limpìeza y trípode (Manfrotto Compact Advanced).
¿Qué hice con todo este circo?
Para empezar, aclaro que iba a un destino rural en plan de familia (Hermisende, Zamora), con una ida previa para dejar a parte del grupo familiar y una escapada intermedia de tipo más turístico (La Rioja). Como tuve que volver por casa, dejé una parte del equipo allí en el primer viaje. De todos modos, en conjunto no resulta especialmente gravoso desplazar toda esa parafernalia, especialmente por el reducido tamaño y peso de la parte del sistema micro cuatro tercios. Cuando además puedes tenerlo todo en una casa familiar no temes por el equipo.
De todas maneras sobraban cosas: el trípode, por ejemplo, no estoy hecho a su uso y aunque seguro que podría mejorar mis resultados, no es imprescindible en el tipo de foto que hago ahora mismo. No salió de su funda. Un peso que podía haberme ahorrado.
El resto lo usé todo. Pero obviamente, no todo con el mismo resultado. Yo creo que el gran triunfador de mi periplo fue el Samyang AF 12mm f2. Creo que obtuve algunas de las imágenes que más me gustan y da bastante juego en paisaje y arquitectura. Otras cosas, evidentemente, no las cubre: no es lo mejor para retratrar, salvo que quieras darle a los sujetos una estética a lo "Los nibelungos" de Fritz Lang. Si no se siente uno "expesionista alemán", pues mejor intentar esos retratos con el zoom, que lo apaña bien.
En micro cuatro tercios, el 14mm y el tele fueron de lo que más empleé (ya lo decía @jotae), aunque también me sentí cómodo y creo que logré alguna foto decente con el 25 y el 45 de Oly. Quizá el Pana 30mm es el que podía haber dejado también en casa.
Eché de menos cosas, eso sí: no planifiqué bien el sistema de copia de seguridad y me llevé para ello un tablet con el que no podía hacerlo fácilmente. Así que no volqué las tarjetas hasta que estuve de vuelta: un pequeño riesgo que seguro que a alguien le habrá dado un disgusto alguna vez.
Si pensábais que os íbais a librar de el visionado de alguna de mis "joyas", vais dados: aquí os pego algunas para dar apoyatura gráfica al asunto.
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