Muy bonito el ambiente logrado, pero maldita planta, la conozco bien, aún sabiendo de las llagas que produce al tocar la piel el año pasado me rocé bien con una y aún tengo las cicatrices, esa misma semana me quemé en la cocina con aceite a 200 grados y mientras que ya no quedan restos de ese quemado los de la ruda aún perduran.