El visor de la GX9 me es suficiente, todo sea dicho. Tiende a ese efecto arco iris que rasga la imagen en determinadas circunstancias de movimiento y contraste, pero es suficientemente bueno en general (no tanto para la fotografía de seguimiento). El de la GX8 es uno de los mejores visores por los que he mirado, muy similar, por ejemplo, al de la Olympus EM1 Mark II pero, además, pivotante, al igual que el de la GX9. La GX8 es, quizá, la que más se aproxima a mi particular concepto de "cámara perfecta", si no fuera porque tiene alguna limitación en cuanto al uso de determinadas velocidades en obturador manual, que tiende a repercutir el golpeo del mismo en la imagen a velocidades inferiores a 1/300 seg., cosa que yo resuelvo utilizando, en esos casos, el obturador electrónico, que no tiene lógicamente ese problema. Además, la GX8 es sellada a los fenómenos adversos. Son cámaras muy sólidas, que jamás me han fallado y en las que un simple y modesto kitero de plástico como el Lumix 12-32 mm. 3.5 es más que suficiente para todo uso, con unos resultados que lo hacen ser el mejor que ha pasado por mis manos y del que guardo dos unidades para repartirlos entre las distintas micros de mi equipo.
AVISO: Probablemente venda casi todo mi equipo micro si, finalmente, sale a la venta la Fujifilm XE5 con las características que se han venido anunciando, porque es el tipo de cámara que he estado esperando desde mi lejana etapa analógica.