Fotografía de montaña por Adrián Fernández López

Adrián Fernández López, Badalona. Galería en 500px. Perfil en el foro de Fujistas.

¿Qué surgió antes, tu pasión por la montaña o por la fotografía?

La pasión por la montaña. De hecho la pasión por la fotografía viene de querer mostrar a amigos y familiares los sitios por los que me muevo. Tardé un tiempo en salir con la cámara a la calle pues para mí la fotografía era básicamente para la montaña.

¿Qué equipo has utilizado hasta ahora en tu práctica de la fotografía de montaña y cuál usas actualmente?

Empecé con una reflex que me compré especificamente para ir a la montaña, una Nikon D3000, posteriormente amplié el equipo poco a poco hasta llegar a cometer la locura de salir con una Nikon D7000, un 12-24, un 18-55, un 35, un 90 y un 300 2.8. Lo hice un solo día y tuve que dar media vuelta a la mitad del camino porque entre el material de montaña y de fotografía era demasiado. Luego cambié todo este equipo (menos el 300 que aun conservo) por un 17-55 2.8 de Nikon y tras probar la X100 es una ascensión rápida al Balandrau (2.585 metros) decidí que no me llevaba nunca mas una reflex a la montaña y ahí me desprendí de todo el equipo que me quedaba para hacerme con una X-E1 que es la que utilizo hasta ahora en mis ascensiones junto a un Voigtlander 21. Estoy a la espera de que Fuji saque una X200, a ver si la hacen como la Sony RX1 pues el diseño sin visor y de tamaño muy contenido es lo ideal para montaña invernal.

¿Cuál es el rincón montañero más «afotable» por el que has pasado?

Como el mas bonito y que dé más juego soy incapaz de decidirme entre el Parque nacional de Posets-Maladetas (en donde se encuentra el Aneto con sus 3.404 metros) y el parque natural del Alt Pirineu en el Pirineo de Lleida (en donde se encuentra la Pica d’Estats con 3.143 metros). Ambos son de una belleza incomparable. Pero el sitio que sin duda mas veces he fotografiado ha sido el camino de Coma de Vaca y sus alrededores, sitio que considero mi «pequeño santuario» para huir de la locura de la ciudad.

Las escenas con tanto predominio de blanco son difíciles para lograr una exposición correcta, ¿Algún consejo para los que van a hacer su primera sesión de fotos montañeras?

Sobreexponer entre +0,3 (Si hay nubes) y +1,3 (si no hay nubes y el contraste entre cielo y nieve se nos dispara demasiado dejando el cielo de color casi negro) con medición múltiple. Y por supuesto, tirar en RAW para ajustar las luces posteriormente.

Otra recomendación que me gustaría hacer es llevar una cámara lo mas pequeña posible, sin visor pues probablemente nos sea demasiado incómodo utilizarlo. En la nieve siempre llevaremos o gafas de sol o gafas de ventisca, con lo que no podemos observar la totalidad del visor. Con la pantalla no tenemos ese problema. Y con un objetivo también lo mas pequeño posible que este entre los 18 y los 25 mm en nuestras Fuji (28 y 35 mm equivalentes) y si es manual mejor que mejor, así podremos ajustar áas facilmente la hiperfocal que es lo ideal (los objetivos AF suelen volverse locos si han de enfocar en la nieve) y no consumirá batería accionando el diafragma. Parece mentira la de batería que chupa la cámara con frío extremo. Y sobretodo hacer hincapié en el tamaño, llevar la cámara en el bolsillo de la chaqueta es mas una necesidad que otra cosa, el cabeceo de la cámara colgada al cuello puede acabar volviéndonos locos. Mi recomendación ahora mismo sería una X-M1 con un Voigtlander 21mm f/4.

Recalcar que todo esto es hablando de fotografía de montaña, que en mi opinión es distinta a la fotografía de paisaje. El paisaje a determinadas alturas no da mucho de sí pues, o todo esta lejísimos, o el paisaje consiste en la ladera que estas subiendo/bajando. En mi opinión la fotografía de montaña ofrece mejores resultados si la enfocamos como un reportaje de cómo ascender una montaña que de los paisajes que veamos. Para eso siempre nos podemos valer de quien nos acompañe, pues hay que recordar que ir solo a la montaña es arriesgarse innecesariamente.

Pirineo de Girona

Estas fotografías fueron duras de tomar, fue un día bastante duro por el viento y la nieve polvo recién caída, situación que se aprecia en las dos primeras imágenes. En la primera las nubes de la parte izquierda no son tal, sino rufa (nieve arrastrada por los fuertes vientos), y en la segunda es lo único que se ve junto a mi compañero. La segunda y la tercera contienen algo que considero básico en mis fotografías de montaña: el factor humano. Este nos ayuda a hacernos una idea de las proporciones del lugar.

El corredor

Este hombre nos humilló sin escrúpulos a todos los que este día subimos la Pica d’Estats (3.143 metros). Mientras todos descansábamos lo que nos permitía la ventolera que hacía ese día este hombre llego corriendo a la cima, nos saludo sin pararse y continuó corriendo ladera abajo como si le costase el mismo esfuerzo que bajar a por el pan.

Ascensión al Aneto

Fotos del que posiblemente haya sido el mejor día que he pasado en la montaña. Largo, agotador física y, sobretodo, mentalmente, pero mágico. Desde el inicio con el cielo encapotado hasta el final con una solanera enorme hasta el punto de quemarnos complemente la cara y tener que pasar un día entero sin salir de casa para que no nos tocase ni la brisa.