- Autor: Fran Cegarra.
- Camara: Fuji X-Pro1.
- Web: Galería de Flickr.
- Enlace a la fotografía.
Llevaba más de dos semanas sin hacer una foto y en cuanto mi escaso tiempo libre me lo permitió salí a dar un paseo por el monte a ver si hacía algún macro o paisaje. No me gustó lo que vi o puede que no tuviera la inspiración necesaria. El caso es que recogí los trastos y me dirigí a Cartagena con la intención de dar un paseo relajante por el puerto, no tenía ninguna intención de hacer fotos, solo ver a los pescadores, acercarme a ver el submarino Peral y tomar algún pincho.
En la foto podréis ver un pequeño edificio que ha quedado cortado en el lado derecho del encuadre, pues allí estaba yo cuando vi a este señor tendido al Sol. No sé por qué me sentí tentado a salir corriendo y hacerle una foto, pero desistí. La vergüenza me puede y es una de las razones por las que no hago foto callejera. Seguí un rato conversando con los pescadores que había allí y pasados unos diez minutos volví la vista atrás y vi que el señor seguía allí y me dije «que leches, voy para allá». Cuando llegué a donde se encontraba se creó una segunda escena casi tan curiosa como la que os muestro: esa escena era yo haciéndome el tonto a su alrededor porque no me decidía a hacer la foto. Al final me armé de valor y la hice.
Puede que muchos de vosotros tengáis historias parecidas a la hora de hacer este tipo de fotos, pero esta ha sido mi primera vez y me supuso un gran esfuerzo decidirme a hacerla. Utilicé mi Samyang 12mm y creo que esa fue una de las razones por las que la hice, con un ultra angular es muy fácil hacer una foto a una persona en sus narices sin que se dé cuenta de que va a salir en ella, siempre y cuando la dejes en uno de los lados del encuadre.
Creo que este tipo de escenas se da muy pocas veces, es muy raro encontrar un paisaje urbano tan amplio y vacío de personas a medio día, en ese aspecto creo que tuve mucha suerte. Lo mejor de esta situación fue la sensación de euforia que sentí al marcharme de la escena con la foto que quería, antes de ese momento todo fue tensión, algo así como cuando somos niños y hacemos una travesura sin que nos pillen. En este caso sentí que había invadido la intimidad de esta persona sin pedirle permiso, aprovechando su estado de desconexión para llevarme en mi tarjeta de memoria un poquito de él.
Muchas felicidades matee 😉
La historia del como se hizo me ha gustado casi tanto como la foto. Una vez más, la historia de los miedos que nos embargan cuando queremos hacer este tipo de imágenes y hay una lucha interior entre lo que socialmente quizás no es aceptado y lo que es correcto.
Yo lo veo así: primero, la foto lo valía, desde el punto de vista artístico. Segundo: Nadie podria sentirse vejado por salir en una foto de esta manera. Todos hemos sido ese señor, tumbados al sol en otoño; esa es la referencia que utilizo para saber si es reprobable hacer o no una foto: cuando el personaje no es más que un arquetipo de lo que harian la mayoría de personas la foto es válida sin el consentimiento explícito. Tercero: no hay nada intrínsicamente malo, persé, en fotografiar a desconocidos. Cuarto: Por si aún nos aqueja algún tipo de duda ni siquiera la persona es reconocible a través de esta foto concreta.
Felicidades Genio!!
Oleeee. Temblad «street photographers», Fran ha venido para quedarse :-).
Muchas gracias chicos.
Javier, no tembleis mucho, no vaya a ser que con la emoción me dé por salir a la calle para acabar haciendo un churro tras otro… Jajajajaja
Enhorabuena Fran!! Ya has sentido lo que hemos sentido todos las primeras veces que nos hemos plantado delante de un desconocido a hacerle una foto, cuidado que engancha!!
Esto es estrenarse por la puerta grande, sí señor! 🙂
Es todo muy gracioso, hasta el título del post, que quitando alguna comilla de aquí y allá y eliminando una coma, queda como «abatido por Fran Cegarra».
Por cierto, enhorabuena por la foto, Fran 😉
Fran, dí la verdad: tienes las manos manchadas de sangre!
Bueno, fuera de broma que buena oportunidad se te dió y que bien aprovechada. La sensación del conjunto es que parece una escena preparada. Parece increible que se dieran las dos circunstancias que hacen que la foto sea especial: la ausencia de gente y el hecho de que haya un señor «abatido» en el banco.
Es una de las fotos más espontáneas que he visto. No envidian en nada a esas fotos del national geography.
Estupenda toma Fran…al leer tu comentario me solidarizo con la situación que explicas de sentirte un poco invasor de la intimidad de las personas captadas…sin embargo siempre tengo preparado un argumento que me suele funcionar: si alguien se molesta cuando saco fotos callejeras le invito a ver la foto para comprobar si «se gusta» como ha quedado en ella mientras le pongo al corriente de que no voy a sacar ni un céntimo con la imagen y que lo hago por pura motivación estética i también con un cierto compromiso social… y suelo añadir bondades de la fotografía como un medio de dar testimonio para intentar mejorar nuestras conductas de humanos imperfectos i en algunos casos, con gente joven, les invito a que me pasen su mail para poder mandarles la foto …Con este discurso me va bastante bien…Si alguien a pesar de estos argumentos no está de acuerdo y sigue manifestando recelos o enfado borro la foto mostrándole el visor y pidiéndole disculpas…Perdona que me haya enrollado, pero lo que explicas se me ha hecho muy próximo…Volviendo a tu foto , es de aquellas que te gusta nada más verla…Todo está equilibrado tanto técnica como estéticamente… la foto funciona…Enhorabuena!