En primer lugar, destacan las diferencias estéticas de cada cámara. A pesar de su diseño elegante, la X-Pro 1 no tiene nada que ver con la Leica y su apariencia es comparada con la Contax G2 que, aunque sea analógica, coincide con el modelo de Fujifilm en el concepto de cámara telemétrica con autofoco.
Una gran ventaja para la X-Pro 1, aunque desde DigitalRev se encargan muy bien de relativizarla, si bien posiblemente de una manera desproporcionada. Según Kai el autofoco de la X-Pro 1 es «basura». Literalmente. Al presentador de Hong Kong no le satisface la inseguridad del autofoco por contraste de la cámara de Fujifilm en situaciones de luz difícil. Y tampoco le hace mucha gracia las posibilidades manuales: el anillo de enfoque no es «real», sino que acciona el motor de enfoque en una dirección u otra, y con una velocidad uniforme, da igual lo rápido que gires la muñeca. Eso hace que enfocar desde el infinito a un motivo cercano sea verdaderamente lento. Un punto muy a favor para Leica.
Por otra parte, tanto la Fuji X-Pro 1 como la Leica M9 destacan en el excepcional nivel de detalle de sus sensores, que se ven liberados de la carga que suele representar el filtro anti aliasing (AA), presente en la gran mayoría de cámaras. En lo que es superior la cámara de Fujifilm es en el control de ruido a ISOs altos, «muy bueno» según DigitalRev frente a la «mediocridad» de Leica en este aspecto.
Para finalizar, la banda de Kai alaba el «impresionante» visor de la X-Pro 1, cargado de todo tiempo de información útil. Esta es una de las múltiples funcionalidades y características especiales de la máquina japonesa, equipada del último grito en tecnología, en contraste con el diseño minimalista de la Leica que aparentemente se limita a cambiar la película por el sensor en su transición de lo analógico a lo digital ¿Cuál es la aproximación correcta? Seguramente, algunos tengamos una respuesta clara aunque, por desgracia, la mayoría nunca podremos disponer de una Leica para poder comprobarlo…