“Goitiberas en Rontegi”, fotografía de acción con la Fuji X-T10 + XF 18-55mm.

Hace unas semanas tuve una oportunidad inmejorable para probar el sistema autoenfoque de la Fujifilm X-T10 con el objetivo kitero: en las fiestas de Rontegi, mi barrio de toda la vida, y más concretamente durante la bajada de goitiberas, una tradición festiva que se ha recuperado recientemente y que evoca memorables escenas de mi infancia. Las goitiberas (del euskera “goitik behera”), que en castellano se traduce como “de arriba a abajo”, son construcciones artesanales que habitualmente se componen por cinco tablas y tres rodamientos de metal. También las hay más sofisticadas, con ruedas de neumáticos y con carrocerías espectaculares… al final se suele admitir en las bajadas cualquier vehículo sin motor que pueda descender a velocidad endiablada las cuestas de los pueblos y barrios.

Hay pruebas en la red con objetivos más especializados que el XF 18-55mm y realizadas por gente mucho más experta que yo en el ámbito de la fotografía de acción. Pero me parece de interés compartir un test con un objetivo que poseerá más de la mitad de los usuarios de cámaras sin espejo de la Serie X y demostrar que, con tan “humilde” equipo, un bisoño en la fotografía de acción como yo puede conseguir unos resultados, en mi humilde opinión, bastante decentes.

Para tomar una buena parte de las fotografías he utilizado el sistema de pre-enfoque manual y ráfaga en modo RAW, un método que prescinde de modernos métodos de enfoque y funciona bien tanto en una X-T10 como en una X-A1 o X-Pro1. Basta con enfocar manualmente al punto deseado previo paso de la goitibera y esperar a que pase para cazarla al vuelo con una ráfaga de cuatro o cinco fotos.

Sin embargo, el mayor desafío radicaba en pillar frontalmente una de las “goitis” y hacer una ráfaga de seguimiento con el nuevo método de enfoque en modo zona y AF-C. La sorpresa, tras unos cuantos intentos «de calentamiento», fue bastante agradable: con el modo zona he logrado un ratio de éxito de más del 75%, aprovechando la zona de enfoque central de 3×3 áreas que funciona con AF por detección de fase. No me esperaba este rendimiento con un objetivo como el XF 18-55mm. Eso sí, si hay dudas con un sujeto en movimiento, el foco se va irremediablemente al fondo.

El problema mayor con el que me encontré es que todas estas secuencias de disparo me pedían una ráfaga más larga que sólamente cuatro o cinco fotos seguidas, por lo que me vi forzado a disparar en modo JPEG y evitar las zonas con mucho contraste de luz difíciles de procesar sin la información del RAW. Ya lo comenté en el primer contacto con el autoenfoque de la X-T10: esta cámara tiene un buffer muy reducido, por lo que el disparo en RAW con una Sandisk Extreme Pro 95mb/s se limitaba a 5 ó 6 fotos tras lo cual el procesador se atraganta y pide tiempo muerto.

El modo de enfoque WIDE/Tracking + AF-C me parece que es de poca utilidad con un objetivo como el kitero, al menos con sujetos de mucha movilidad como las goitiberas de esta serie fotográfica. Sencillamente, no he logrado que funcione. Esta semana voy a hacer pruebas con un Fujinon XF 16mm f/1.4 R WR y podré calibrar la utilidad real de este modo de enfoque con objetivos más específicos.

Como conclusión puedo decir que el autoenfoque de la Serie X y el de esta X-T10 en particular -un equipo de gama media- está mejorando muchísimo. Nada que ver con mi querida Fuji X-E1, que en este campo es completamente inútil. Aunque la rapidez de foco depende mucho de la lente calzada en la cámara, con un objetivo kitero como el XF 18-55mm la Fuji X-T10 es capaz de realizar seguimientos a sujetos en movimiento con un alto porcentaje de éxito. Algunos me diréis que cámaras de otros sistemas pueden hacerlo mejor, pero creo firmemente que la diferencia en perjuicio de la Serie X se va haciendo cada vez más pequeña y ha dejado de ser un hándicap serio como lo era hace apenas un año.

Galería completa de la bajada de Goitiberas en las fiestas de Rontegi (Barakaldo)