Observaciones sobre el autoenfoque de la Fuji X-T3

Durante el tiempo de gestación de la Fujifilm X-T3, los ingenieros de Fujifilm recibieron repetidamente una consigna: el nuevo buque insignia de la Serie X debía de exprimir las virtudes de su nuevo sensor y procesador para ofrecer un sistema de autoenfoque del máximo nivel. El excelente rendimiento en este campo se está viendo en las primeras pruebas de «X-Fotógrafos» y de medios especializados del mundillo fotográfico. No os explicaré aquí los detalles específicos de las mejoras técnicas del autoenfoque de la Fuji X-T3: podéis encontrarlas en su página dedicada en Fujistas y en la comparativa de la X-T3 frente a la X-T2.

Con la X-T3 todo parece muy fácil, al menos en fotografía de motor, especialidad en la que se centraba la sesión que prepararon en Fujifilm España para el test de la cámara. El recuadro del autoenfoque por zona se posa en el vehículo de turno y sigue su movimiento al compás de la cadencia de ráfaga, haciendo su trabajo con una facilidad pasmosa. Y ya ni hace falta que siga el ritmo del obturador mecánico, porque el obturador electrónico, con su silencio absoluto y su nulo blackout en la visualización del visor, es plenamente funcional en fotografía de acción, al minimizarse un rolling shutter que sólo es apreciable en capturas contadas.

De más valor que mi opinión o la de los medios especializados, que demostramos que nuestros recursos técnicos y pericia en la fotografía de motor es limitada, es el testimonio de un profesional como Rafael Marrodán. En el trayecto de vuelta a tierras vascas que compartí con el X-Photographer bilbaíno pude comprobar algunas razones del gran paso hacia adelante que representa esta X-T3 frente a otras cámaras tan capaces como la X-T2 y X-H1, el que hasta ahora era equipo habitual para cubrir la gira internacional de Moto GP.

A diferencia de la mayoría de fotos estáticas que realizamos los redactores y bloggers tecno-fotográficos, Rafa demuestra su oficio reduciendo  la velocidad de obturación para captar el movimiento a través de barridos, zooming, giros de cámara… Me comentaba que estaba muy contento con las X-H1 y X-T2, que tenían un porcentaje muy bajo de error, pero que en las fotos que habían realizado con la X-T3 tenía la sensación que los únicos fallos de enfoque que había tenido eran consecuencia de un error humano. Y su sesión se produjo en unos minutos con luz muy dura y con muchos reflejos directos de luz en la carrocería, las condiciones menos favorables para la fotografía automovilística.

AF-C Zona

Os muestro un par de ráfagas completas de un segundo con el obturador electrónico en modo Sports (recorte 1,25x) a 30fps.

Fujifilm X-T3 + Fujinon XF 50-140mm F2.8 R LM OIS WR. Ajustes personales de AF-C por defecto.

AF-C Amplio / Seguimiento

No me parece que fuese el mejor escenario para hacer uso de este modo de AF-C. La teoría es que el modo AF-C Amplio /Seguimiento es idóneo para escenas con una focal angular y seguimiento de sujetos de aparición repentina en el encuadre desde un área predefinida. Con la X-T20/X-Pro2 lo he encontrado muy poco fiable y siempre he preferido hacer uso del más previsible AF-C por Zona.

En un puñado pruebas con la X-T3 y el XF 50-140mm en su posición más «angular», he logrado un ratio de acierto de la mitad de fotos… estoy seguro que la fiabilidad aumentará con el uso de una focal menos «tele» y con sujetos de velocidad más moderada.

AF-S

La mayoría de usuarios estará interesado en las mejoras del autoenfoque simple, con el que realizarán el noventa-y-tantos por ciento de sus fotografías. En un día soleado y con buena luz todas las ópticas rinden perfectamente en AF-S tanto en la X-T3 como en cualquier cámara lanzada en los últimos años… Me escabullí al rincón con más sombra que pude encontrar y saqué mi apreciado Fujinon XF 60mm F2.4 R Macro, el objetivo con peor fama en rendimiento de autoenfoque desde que se lanzó junto a la X-Pro1.

En su momento, el XF 60mm f/2.4 era el único objetivo «retratero» de la Serie X y era muy apreciado por su grandísima calidad óptica, pero sus dudas desesperantes a la hora de capturar el enfoque en la mayoría de escenarios fueron decisivas para que, al anunciarse el Fujinon XF 56mm F1.2 R, una tromba de anuncios de venta en el mercadillo del  foro de fujistas depreciara su valor a cifras ridículas.

Por suerte, las mejoras de hardware y firmware de las cámaras han ido mejorando el rendimiento de autoenfoque del Fujinon XF 60mm F2.4 R, hasta el punto de que, con la X-T3, ha alcanzado un nivel óptimo. Hice una pruebas previas con la X-T20 acoplada a este objetivo y puedo decir que con la X-T3 el XF 60mm el mecanismo de enfoque iba menos «p’alante y p’atrás» y se notaba bastante más suelto sobre todo en las pruebas a corta distancia de enfoque.

¿Conclusiones?

La mejora del autoenfoque de la X-T3 con respecto a cámaras de la anterior generación es un hecho. Es más, el nuevo procesador X Processor Pro 4 y el sensor X-Trans 4 ponen  los cimientos de un algoritmo más avanzado con mucho margen de afinamiento gracias a las previsibles actualizaciones de firmware para los próximos meses y años.

Aun así,  quedan muchas pruebas por hacer para cuantificar esta mejora en todos los campos fotográficos. Hay que desafiar el autoenfoque de la X-T3 en situaciones de luz más complicada, intentando enfocar patrones de formas y colores que supongan una dificultad real para la cámara. Estoy seguro que en el foro de fujistas muchos compañeros tendrán oportunidad a partir del 20 de septiembre de comprar la cámara y someterla a todo tipo de torturas «autoenfocadoras», que apoyarán o frenarán estas buenas sensaciones iniciales. Y será la mejor crítica que podamos consultar, más allá de lo que diga yo o cualquier medio tecno-fotográfico.

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Aunque en la blogosfera hay bastantes reseñas positivas, nos hemos dejado en la recámara las pruebas del autoenfoque en vídeo y el autoenfoque por detección facial y ocular. Es otra historia y debe ser contada en otra ocasión, esperamos que en los próximos días.