Miguel de Pereda es fotógrafo detrás de las páginas X100s.es y fotografiacallejera.com
Si te gusta, como a mi, hacer fotos en la calle, sin una meta concreta, simplemente observando a la gente, las situaciones, los juegos de luces, habrás tenido días buenos y días malos.
En los días malos nada es suficientemente interesante; hago algunas fotos únicamente por no volver con la tarjeta vacía. Los peores son cuando la cámara no llega a salir de la bolsa.
Tengo también días con retardo, en los que las posibles buenas fotos se pierden por indecisión. Dudo entre hacer o no hacer la foto y, cuando me decido a hacerla, la situación ya ha pasado. Afortunadamente, mi cámara, la Fuji X100s es de objetivo fijo. No tengo que preocuparme de qué objetivo montar o qué distancia focal emplear. Una duda menos y un tiempo precioso que no pierdo antes de hacer la foto. Lo que pierdo en versatilidad por tener una focal fija, lo gano en rapidez y en concentración. Pero ya digo que hay días que ni con eso llego a tiempo.
Y hay días buenos, en los que me encuentro inspirado, veo posibles fotos por todos los lados y disparo a todo lo que se mueve. O encuentro un filón, un lugar o unos personajes a los que hacer fotos sin parar. Da igual que, al volver a casa, algunas de esas fotos, que esperaba maravillosas, no sean tan interesantes (por decirlo suavemente) cuando las veo con el ordenador y acaben en la papelera. Lo importante ha sido el momento, sentirme inspirado, unido a la cámara.
Lo normal es una mezcla de todo, como esos días que ya daba por perdidos y, en el último momento, aparece la foto que estaba buscando.
Las fotos que os presento son el fruto de un minuto de inspiración. No son los mismos personajes, ni la misma situación. El entorno tampoco es determinante. Cada foto es independiente de las demás, podrían estar hechas en días o lugares distintos. Lo único que une a las tres, aparte del lugar, obviamente, es que están hechas en el mismo minuto.
La primera es la más convencional y tiene fallos de composición. Lo curioso es que en esta foto vemos, como fondo, a los personajes de las dos siguientes.
Me acerco a las chicas que están mirando el mapa, tranquilamente, para que no se fijen en mi hasta que esté a su lado, preparado para hacer la foto. Cuando estoy a menos de un metro, levanto la cámara, una de ellas me mira y disparo.
Cuando me estoy separando de las chicas, siempre con una sonrisa, veo que los chicos se despiden con un abrazo. Me acerco discretamente, encuadro y disparo antes de que la escena desaparezca.
No ha pasado ni un minuto entre la primera y la última foto.
La primera y la tercera son fotos de observador, en las que hay que disparar antes de que nuestra presencia pueda malograr la situación.
En la segunda, las chicas mirando el mapa, veo la situación e intervengo. Mi presencia provoca una reacción en los personajes, que es lo que pretendo captar.
De alguna forma, estas tres fotos muestran mi estilo: ir a buscar las fotos (cazador) frente a elegir un escenario y esperar a que la foto se presente (pescador). Son fotos rápidas, sin tiempo de preparación, con defectos (como cortar los pies a la pareja de chicos), espontáneas, naturales.
Son fotos en las que interviene mucho la suerte, además de otros factores en los que tenemos más influencia. Lo primero es conseguir estar en el lugar adecuado en el momento preciso. Que el entorno, por lo menos, no moleste. Y que la situación dure hasta el disparo. Y, lo que es más importante, decisión para ir a buscar la foto.
Sobre la suerte, viene bien citar a Séneca:
«La suerte es lo que sucede cuando la preparación se encuentra con la oportunidad»
Muy interesantes e instructivas reflexiones en las que estoy seguro que bastantes amantes de la foto callejera nos sentiremos identificados, Sí, al leer tus líneas, Miguel, he tenido la sensación de «dejà vu» pero no por fatiga, sino por experiencia propia. Todos tenemos un álbum en la mente, por ejemplo, de las fotos que hemos perdido, que se nos han pasado; o bien el volver a casa sin nada en la tarjeta…Así que te agradezco que me hayas refrescado tan amenamente algunos pasos andados y compartidos con tantos camaradas de afición…
Hola Ángel, me alegra que, de alguna manera, te hayas sentido identificado con esta breve historia.
Las reflexiones son interesantes, me atreveria a decir que todo fotografo/a callejero/a se deberia cruzar con ellas muy a menudo, y muchas muchas veces; especialmente si intenta conseguir imagenes interesantes, que tengan algun significado para el/ella y que y que ademas provoque una reaccion en el espectador. Aunque eso ultimo pueda parecer pedir mucho.
Mas alla de esas reflexiones, al leer el articulo uno tiene una ligera percepcion en la linea de «mayormente no consigo buenas fotos pero el dia X consegui en 60 seg, tres obras de gran calidad» lo cual, con todo mi respeto, suena un poco a falsa modestia. Yo quiero quedarme con la parte de la reflexion, creo que es lo realmente interesante del articulo y lo de 3 fotos en un minuto… personalmente creo que si el autor hubiese disparado varias exposiciones por escena y se lo tomase con un poco mas de calma, tal vez conseguiria composiciones mas interesantes.
Hola Alonso, gracias por tu comentario, pero no estoy de acuerdo en dos cosas:
«Mayormente no consigo buenas fotos», no es correcto, tengo fotos buenas. Como ves, nada de modestia por mi parte (je je).
«El día X conseguí en 60 seg, tres obras de gran calidad», tampoco es correcto, estas tres fotos no son de gran calidad.
No trataba de presentar el artículo como el resultado de una competición, ni cuando hice las fotos tuve intención de hacerlas muy seguidas. Simplemente ocurrió así y, al revisarlas, me surgió la idea de escribir, no sobre las fotos, sino sobre la inspiración.
Sobre si hacer una toma o varias, tomárselo con calma o actuar con rapidez, eso depende del estilo de cada uno.
Totalmente de acuerdo con lo que comentas sobre la búsqueda de reacción en el espectador. Es lo que todos buscamos
Hola Miguel, mi comentario no tenia intención de ser personal, dije que la redacción me dio a entender eso. Yo, personalmente, no tengo ningún miedo en reconocer que el 99% de las fotos callejeras que hago son una basura, y ese 1% restante es un «meh». Solo muy, pero muy de vez en cuando sucede que al revisar el material del último mes digo «vaya!, esta tiene algo».
Tienes razón en lo del estilo personal, como para mi esto a pesar de las habilidades de cada uno, también se trata de un juego de probabilidades: a mas exposiciones mayor probabilidad. 😉
Saludos.
La esencia y/o moraleja se entiende perfectamente. Hay que observar y arriesgar para inmortalizar algo, partiendo de esa base… el procesado juega un papel muy importante.
Enhorabuena, salvo por disparar a menos de un metro con todas las demás situaciones suelo atreverme.
Saludos.
Efectivamente, observar es esencial. Gracias por comentar.
Genial la cita final de Séneca. Me siento 100% identificada con el artículo, enhorabuena.
Gracias, la inspiración o su falta es algo que, en algún momento, sentimos todos.