Virgilio Hernando, Guadalajara.
Web: MiBlogoAmarillo
¿Cómo te definirías como fotógrafo?
Uff… Comienzas fuerte la entrevista. Si te digo la verdad, no tengo ni idea, pero te cuento. Me encanta, por encima de todo, el hecho de hacer fotos, no tanto el hecho de verla después terminada como el propio acto de hacerla. Y siendo como soy al mismo tiempo 100% cuadriculado y 100% emocional (¿se puede ser ambas cosas a la vez?) supongo que lo acabo transmitiendo en mis fotos. No soy el primero en decir que las fotografías se hacen desde el ojo hacia atrás, no hacia adelante, y desde luego que lo comparto. Sin despreciar la calidad de la cámara, por supuesto, las fotos se hacen en mi interior. A cada momento, voy tratando de ver «la» foto. Nunca salgo a la calle con nada predefinido, quiero encontrarme el imprevisto ahí delante. Supongo que, como todo el mundo, mis primeras fotografías eran más o menos de paisajes, pero pronto vi que eso no era lo mío, realmente se me da muy mal. Un «Proyecto 365» al año siguiente de comenzar en este mundo acabó por descubrirme la faceta que yo ignoraba, y es que me gusta, me apasiona, fotografiar a la gente. Necesito que haya personas delante de mi, y si se mueven por la escena, mejor aún. Si te gusta lo que haces, serás feliz con lo que has hecho.
¿Qué es para ti la fotografía de calle?
Es mi verdadera pasión. La emoción de ese «instante decisivo» cartier-bressoniano que supone captar algo que no se va a volver a producir, esa conjunción de elementos que, con la ayuda divina, se alinean para darte esa foto redonda, única, para mi no tiene comparación con ningún otro tipo de fotografía. Paisaje, bodegón, retrato, macro, incluso la fotografía deportiva, sin pretender quitar ningún mérito, ojo, son fotos más o menos construidas, incluso predecibles. En la foto de calle, a la vuelta de la esquina te encuentras siempre con algo inesperado. Y esa adrenalina constante de cazador al acecho me atrae mucho.
¿Cuáles son tus proyectos actuales?
Siempre estoy metido en proyectos. Me encanta tener alguno entre manos para estar en tensión. Este año lo estoy dedicando a hacer un «365» de retratos improvisados. No todas las fotos son del día porque no siempre es posible, pero todas son, al menos, de algún día anterior. Y la gran mayoría, a gente que no conozco de nada. Me presento, les pido un retrato (muy poquitos se niegan) y entablo una mínima conversación con ellos, cuanto menos para preguntarles por su nombre, así cada foto va titulada con el nombre del retratado. Aunque son siempre retratos improvisados, dónde y como me pille la situación, estoy aprendiendo mucho, sobre todo a eso de soltarme ante los desconocidos.
No obstante, el proyecto más complicado que he hecho, con mucho, fue uno de interpretar 100 palabras que me pusieron 10 amigos (10 palabras cada uno) el 1 de enero de 2012 para fotografiarlas en los primeros 100 días del año. Fue absorbente y muy, muy duro mentalmente, porque no eran palabras nada fáciles. Recuerdo algunas tremendamente complicadas: inquietud, vanidad, pérdida, monotonía, reencuentro, odio, gravedad, desamor, etéreo, vértigo, vacío, … Como ves, nada de «mesa» o «silla» que yo les puse como ejemplos. Y eso que eran amigos… Al final creo que quedó una cosa bastante digna, teniendo en cuenta que había que pensar en una palabra cada día, pero me consumió totalmente las neuronas. Colgué un resumen en Youtube.
¿Cuál es tu equipo fotográfico actual?
Desde que tuve en mis manos por primera vez la X100 original, se convirtió en «MI» cámara. Me sentía comodísimo con ella. Luego he tenido la X100S y actualmente la X100F, que continúa siendo mi cámara de referencia. También tengo la X70, por la comodidad que supone poder llevarla en el bolsillo (lástima que no tenga visor), y la X-Pro2, aunque la utilizo menos, a pesar de todo lo que me gusta. ¡Ah! Y también tengo una X-Pro1 a la que acabé quitando el cristal protector del sensor tras su rotura, y en la que tengo acoplado un objetivo Lensbaby, combo con el que me divierto mucho de vez en cuando. Me siento completamente identificado con la filosofía de la serie X de Fuji, y no es por hacer la pelota, porque también se de gente que no se ha hecho a ellas. Para mi tipo de fotografía, no encuentro nada más apropiado.
¿Puedes contarnos alguna anécdota interesante o comprometida que te haya sucedido durante tu práctica fotográfica?
Muchas veces me han preguntado si no he tenido nunca problemas en mis fotografías de calle y siempre suelo responder lo mismo: la gente es mucho más amable de lo que nos creemos. Hay pocas situaciones difíciles que no se puedan solventar con una sonrisa. Soy de los que hacen la foto con la cámara pegada al ojo (no sé disparar desde la cintura, no puedo «sentir» la foto en esas condiciones) aunque, evidentemente, procuro pasar desapercibido, pero sin esconderme. En los casos en que el sujeto me ve, porque los hay, lo primero es sonreír y acercarme a él con la cámara, para enseñarle la foto que le acabo de hacer. La mayoría acaba aceptando darte su correo electrónico para que se la envíes. Es mano de santo. La X100F o la X-Pro2, en estas situaciones, ayudan muchísimo a romper esa barrera. Lo primero, porque se están preguntando por qué les haces una foto con esa «antigualla», y lo segundo porque se sorprenden al ver que también tiene pantallita detrás, y que no es del siglo pasado.
En cuanto a situaciones divertidas, la última fue hace muy pocas semanas. Le hice un retrato callejero a un italiano solitario en un pub en Londres. Al poco de volver a mi sitio, se presentó delante de mi con una réflex que yo no había visto haciéndome señas con el dedo para que me acercara a la barra y diciéndome algo así como «ahora te toca a ti». Ojo por ojo. Por su dificultad en el manejo, vi que no era muy ducho.
Háblanos de los fotógrafos que más te hayan marcado. ¿Hay algún fotógrafo actual que te gustaría recomendar?
No puedo sino destacar a mi primer profesor de fotografía, que consiguió transmitirme esta pasión, y sin el que posiblemente hoy seguiría apretando botones al tuntún: Rolando Gil. Hace foto de naturaleza, pero fue un gran profesor. Pero no soy mucho de admirar a fotógrafos porque sí, sino de admirar obras concretas, independientemente de su autor. Quiero decir que veo muchos fotógrafos famosos de los que me gustan algunas obras sueltas, al tiempo que otras me parecen encumbradas sólo porque llevan su firma, lo mismo que veo fotografías de gente desconocida o no tan famosa que me parecen buenísimas. Por otra parte, creo que hay demasiado postureo en este mundo de la fotografía contemporánea. Y, desde luego, lo que no comparto en absoluto son las malas fotografías que se acompañan de un texto grandilocuente y vacío, pura palabrería vaya, para envolverlas y hacerlas parecer algo que, por sí solas, no son.
¿De cuál de tus trabajos estás más orgulloso?
La fotografía que abría la serie de 6 con la que gané el 55º Concurso Nacional Abeja de Oro en 2010 será siempre «mi niña», incluso la llevo de fondo de pantalla en el móvil. Este importante premio supuso un antes y un después en mi afición y me hizo creer en mi mismo, me hizo crecer de golpe. O la serie de 5 fotos de pasajeros en los tranvías de Praga con la que gané hace poco en Úbeda, entre casi 700 colecciones. Soy un fotógrafo más de series que de fotografías sueltas, me gusta centrarme en trabajos más largos. Quiero seguir ampliando el trabajo que he presentado para el Abeja de este año (y que se llevó el primer premio en color), una serie de divertimentos jugando con señales de tráfico, carteles, letreros, etc y gente que le da sentido, o justo lo contrario, al mensaje de aquéllos: fotografiar el instante decisivo en una serie muy homogénea de escenarios. Y, sin que sirva de precedente en mi trabajo, por esta vez en color.
Cuéntanos tus proyectos de futuro
Quiero empezar a preparar la edición de un libro que me han propuesto con instantáneas de Londres, y que posiblemente lleve por título «Londoners», ya que éstos son sus protagonistas, gente anónima con la que te cruzas en esa gran ciudad. Viajo con cierta frecuencia allí y lo sigo ampliando en cada uno (algunos vídeos con fotos de estos viajes ya los he subido al foro). Este invierno por fin haré un viaje a La Habana que llevo aplazando meses, y del que espero mucho. Pero la gran ilusión, el gran viaje fotográfico que haría, sería recorrer Argentina a través de la Ruta 40, más de 5.000 kilómetros de sur a norte, en moto o en coche. Carreteras muchas veces sin asfaltar, pequeños pueblos a pie de ella, nada de grandes paisajes, y gente sencilla en su propio ambiente. Algún día, tal vez, … Y, en cualquier caso, seguir siempre haciendo fotos con la misma ilusión de hoy, ese sigue mi gran proyecto de cada día.
Unas fotos impresionantes. Felicidades y gracias por compartirlas.
Un gusto conocer más sobre Virgilio. Grandes fotos, menos la primera, el autorretrato. Esa luz horrible en los ojos no hace justicia al resto de su obra.
Muchas gracias, compañero. Me alegra que te hayan gustado. Saludos!
Muchas gracias, booom, por tus palabras. El autorretrato no es tal, es la única foto que no he hecho yo, así que ya le daré el tirón de orejas a su autor, jajaja…
Muy personal. Aunque demasiado efecto próximo a HDR, un B&N más puro, clásico, ensalzarían.
Hola, Rear. ¿HDR dices? Nada más lejos de mi intención. EL HDR es lo más alejado de la realidad.
Siempre superandote Virgilio!!. Y enhorabuena por la entrevista, un placer disfrutar de tus imágenes!. Un saludo
Muchas gracias, Gabriel! Me alegra que te haya gustado. Abrazos!
me gusta tu trabajo. se nota el «alma». gracias por mostrarlo!
Virgilio como siempre genial con tus fotografías y tu forma de hablar, saludos desde Sigüenza.