«Errota zaharra (el molino viejo)», por Antón Bilbao

• Autor: Antón Bilbao.
• Cámara: Fuji  X-E2.
• Web: galería de Flickr
• Enlace a la fotografía.

Hago fotos desde que era un adolescente; pasé de la Kodak Instamatic heredada de mi hermano mayor a la Agfa Selecta de mi padre, a la Yashica Lynx 5000 de, una vez más, mi hermano, a una Minolta XG1 (la primera cámara que compré), a una X700, a una Nikon F90X, a una Olympus SP500 (mi primera digital), a una Nikon D90, y por fin a una Fuji XE2. Creo que todas ellas (excepto la Instamatic, que destrocé y lo siento, hermano) sobreviven en algún cajón; yo aún conservo la D90, que apenas uso.

Perdonad este rollo, que es sólo para decir que el tiempo y las máquinas no hacen a nadie mejor fotógrafo. No soy lo suficiente metódico ni perseverante (habría que añadir: ni tengo tanto tiempo, ni la familia me lo permite, pero eso son excusas baratas), lo que no se puede decir de muchos de los fotógrafos que hay en Fujistas (es decir, que sí me parecen metódicos y perseverantes). He llegado a creer que mis mejores fotos las hice ya hace años con la Yashica (que por cierto, tenía una óptica de competición).

Al rollo. Esta foto es, en coherencia con lo anterior, fruto de la intuición, de la casualidad y de algunos conocimientos aprendidos a fuerza de insistir. Este viejo molino está a las afueras del pueblo donde vivo, Alegría-Dulantzi, en Álava. Forma parte de mi universo habitual, diario cuando los días alargan, porque es la zona de paseo con mis dos perras, Berri y Urki. Lo he fotografiado muchas veces, vistas generales y de detalle, pero, aunque creo que este tipo de edificios son potencialmente muy fotogénicos, nunca he quedado satisfecho. El sitio es inaccesible, ya que está vallado, y en el prado que se ve ante la fachada suele haber ganado.

La foto es de una serie que hice en diciembre, en días de espesa niebla, de las que hay otra por ahí en el foro de Paisaje. Está hecha a mano alzada, pasando brazo, cuello y cabeza por encima de la valla. Archivo y revelo con Lightroom; no suelo dedicarle mucho tiempo ni a una cosa ni a otra, así que mi “workflow” puede parecerle decepcionante a algunos. A esta sólo le toqué la temperatura de color y la saturación, un pequeño recorte, y un toque inverso a la claridad para acentuar el efecto de la niebla (como ya un buen amigo ha adivinado en Flickr). Un poco de enfoque, un poco más de detalle y un ligero viñeteo.

La foto está tomada con XE2 y con un objetivo Minolta Rokkor MD 35mm f:2,8. Quizás sea la nostalgia, pero me encanta usar esta cámara con objetivos manuales, aprovechando, eso sí, las magníficas ayudas al enfoque de las Fuji.

El resultado es el que veis. Reconozco que no es el tipo de fotos que me gusta mirar (de otros fotógrafos, me refiero); nunca me ha atraído eso que en otros tiempos se llamaba “efecto flou”, pero en esta ocasión me venía al pelo para reforzar un poquito el efecto de la niebla. Uno de los fotógrafos más reconocibles en el uso de este efecto, al menos en el País Vasco, fue Sigfrido Koch (biografía). Pero claro, eso son palabras mayores…