NAVIDAD INTEMPORAL
Allá por el año 1979 me trajeron a Valladolid de climas menos gélidos, con apenas siete años, y aún recuerdo muchas sensaciones de esos primeros años. Salir a la calle, y recibir una bocanada de aire frío, escuchar villancicos en algunas calles y tiendas, niños paseando con sus padres y abuelos, gente esperando el autobús, paseantes con sombrero, bufandas, gorros, aromas a castañas asadas, escaparates adornados, personas pidiendo en medio de la calle y ateridas de frío, nieblas eternas que apenas parecían que levantar, para volver a rodearnos y darnos una sensación melancólica, belenes en las iglesias y muchos escaparates, la calle Santiago abarrotada de gente, petardos, luces adornando muchas calles, y tantas y...