muchas historias tiene esta pequeña ciudad, antigua sede de piratas y corsarios, y rodeada de pequeños islotes que, dependiendo del coeficiente de la marea, son accesibles a pie por estrechos corredores de arena blanca.
A finales del siglo XVII, la guerra maritima entre Francia, Inglaterra y Holanda estaba en su apogeo. Por aquel entonces, Saint Maló era el principal puerto comercial de Francia y a los efectos de proteger el mismo, se construyó esta fortificacion que podia albergar hasta 160 hombres que atendian los 19 cañones de gran alcance que protegian la costa de los navios enemigos.
la fortificacion es más profunda que ancha (aquí se ve la fachada de la misma) y aunque sigue conservando su aspecto y estructura militar...