El mes pasado estuve en Samaná (República Dominicana) para preparar uno de mis reportajes para una revista de viajes. El encargo estaba enfocado a mostrar la belleza natural y paisajística de la península (uno de los rincones más salvajes del Caribe dominicano) que, aunque lleva años atrayendo turismo, posee todavía una personalidad muy diferente a la de otros rincones del país, como Punta Cana o Bávaro.
Un viaje de prensa suele suponer, a menudo, pasar horas y horas en coche, bus o furgoneta, pues hay que ver y fotografiar todo lo posible en el poco tiempo disponible, y este fue uno de esos casos. No es extraño que, en algunos destinos, durante los trayectos vayan apareciendo escenas visualmente atractivas que, de estar caminando, me...