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Fujista de renombre
¡Felicidades por abrir una sección dedicada a la fotografía Instax!
Los que ya utilizábamos cámaras de película instantánea (en mi caso una Polaroid SX-70 y respaldo de 4x5" con película Fuji FP-100) aprendimos que además de la fotografía de carrete (o rollo 120 o placas) existía otra forma de ver la vida con esa magia que sale de una hoja blanca…
La llegada de la fotografía digital supuso la muerte de nombres muy ilustres de la fotografía, como Contax, Agfa, Kodak, Yashica, Rollei, Minolta y Polaroid, que poco a poco fue apagándose y quedó reducida más a un recuerdo que a una realidad.
Instax supone retomar un aspecto de la fotografía que jamás tendrá la fotografía digital: la generosidad. La facilidad para compartir nuestras fotos con los demás me llevó a organizar una acción fotográfica de carácter social en el barrio más degradado de la capital dominicana: la Barquita.
Situado a las orillas del río Ozama, las aguas que bañan el barrio de la Barquita han sido foco de graves enfermedades y epidemias de cólera, dengue, tifus, zika y chikungunya, con la tasa de mortalidad infantil más elevada de todo el continente americano. Por motivos profesionales, he visitado el barrio desde hace varios años y me une una gran amistad con buena parte de sus vecinos.
Las veces que he realizado reportajes fotográficos sobre la pobreza extrema en Latinoamérica he puesto como ejemplo del abandono de los gobiernos hacia las clases menos favorecidas al barrio de La Barquita, pero al marcharme siempre me ha quedado una sensación de injusticia hacia sus vecinos, que me brindaban su tiempo, sus anécdotas y su enorme amabilidad a cambio de fotos que sólo podían ver en la pantalla de mi Fuji X100 S.
Decidí compartir mi pasión por la fotografía con los alumnos de la escuela del barrio y de paso que pudieran fotografiar su entorno más cercano: familia, amistades y juegos. Así ellos me darían su propia visión del barrio.
Tras unas horas de explicaciones, vencer miedos a la novedad, concienciarles de que una cámara fotográfica no es un móvil y una pocas prácticas, les di 3 cámaras y varias cargas para que salieran a fotografiar su día a día, no sin antes enseñarles la magia de la fotografía instantánea, de que un papel en blanco empieza a salir la fotografía de la persona que amamos, nuestra comida o simplemente aquella puerta de colores intensos que al pasar por delante, siempre pensamos: tengo que hacerle una foto.
Mis fotografías Instax de la experiencia, junto a un viaje a las zonas más degradadas de Haití, se expusieron en la pasada edición de la feria Photokina 2016, siendo un homenaje a todos esos niños que en muchas ocasiones tuvieron por primera una fotografía en sus manos.
La realización de este proyecto pudo hacerse gracias a la colaboración de Instax España, que se implicó de manera entusiasta desde el principio.
Salu2
Los que ya utilizábamos cámaras de película instantánea (en mi caso una Polaroid SX-70 y respaldo de 4x5" con película Fuji FP-100) aprendimos que además de la fotografía de carrete (o rollo 120 o placas) existía otra forma de ver la vida con esa magia que sale de una hoja blanca…

La llegada de la fotografía digital supuso la muerte de nombres muy ilustres de la fotografía, como Contax, Agfa, Kodak, Yashica, Rollei, Minolta y Polaroid, que poco a poco fue apagándose y quedó reducida más a un recuerdo que a una realidad.

Instax supone retomar un aspecto de la fotografía que jamás tendrá la fotografía digital: la generosidad. La facilidad para compartir nuestras fotos con los demás me llevó a organizar una acción fotográfica de carácter social en el barrio más degradado de la capital dominicana: la Barquita.

Situado a las orillas del río Ozama, las aguas que bañan el barrio de la Barquita han sido foco de graves enfermedades y epidemias de cólera, dengue, tifus, zika y chikungunya, con la tasa de mortalidad infantil más elevada de todo el continente americano. Por motivos profesionales, he visitado el barrio desde hace varios años y me une una gran amistad con buena parte de sus vecinos.

Las veces que he realizado reportajes fotográficos sobre la pobreza extrema en Latinoamérica he puesto como ejemplo del abandono de los gobiernos hacia las clases menos favorecidas al barrio de La Barquita, pero al marcharme siempre me ha quedado una sensación de injusticia hacia sus vecinos, que me brindaban su tiempo, sus anécdotas y su enorme amabilidad a cambio de fotos que sólo podían ver en la pantalla de mi Fuji X100 S.

Decidí compartir mi pasión por la fotografía con los alumnos de la escuela del barrio y de paso que pudieran fotografiar su entorno más cercano: familia, amistades y juegos. Así ellos me darían su propia visión del barrio.

Tras unas horas de explicaciones, vencer miedos a la novedad, concienciarles de que una cámara fotográfica no es un móvil y una pocas prácticas, les di 3 cámaras y varias cargas para que salieran a fotografiar su día a día, no sin antes enseñarles la magia de la fotografía instantánea, de que un papel en blanco empieza a salir la fotografía de la persona que amamos, nuestra comida o simplemente aquella puerta de colores intensos que al pasar por delante, siempre pensamos: tengo que hacerle una foto.

Mis fotografías Instax de la experiencia, junto a un viaje a las zonas más degradadas de Haití, se expusieron en la pasada edición de la feria Photokina 2016, siendo un homenaje a todos esos niños que en muchas ocasiones tuvieron por primera una fotografía en sus manos.
La realización de este proyecto pudo hacerse gracias a la colaboración de Instax España, que se implicó de manera entusiasta desde el principio.

Salu2
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