Voy a escribir sobre mi experiencia de uso del 10-18 de sigma en un reciente viaje que he hecho a Roma. Lo primero que debo de destacar es que es muy ligero y cómodo de llevar, algo que se agradece, porque pasar muchas horas de pie y andando de un lugar a otro con un equipo pesado es realmente jodido, sobre todo para la espalda. Por eso, esa gran ligereza es un gran punto a su favor y desde luego que eso me ha encantado.
Por otra parte, en cuanto a la calidad óptica no tengo nada que objetar, al contrario, me ha parecido un objetivo muy nítido y de una gran calidad. Igual algunas personas más expertas y mirando con mucha atención son capaces de sacarle defectos, pero en mi caso, estoy muy contento con los resultados. Me ha parecido un objetivo excepcional, como siempre me lo han parecido los sigma, que utilizo desde la época analógica con mis antiguas Nikon.
Por otra parte, en cuanto a las distancias focales abarcadas están bien. Es cierto, que en mi caso habría echado en falta un poco más de focal en el rango más tele (para entendernos) y no quedarse en los 18mm, sino que pudiese llegar a algo más. Pero entiendo que en ese caso el objetivo habría sido más grande y esta gran portabilidad que destaque en el primer punto se habría ido al garete. Por lo tanto, estaría bien, pero es mejor cumplir lo dicho antes en cuanto a su ligereza.
Los materiales de construcción me parece muy buenos, teniendo en cuenta que no es metálico, pero no se ve un objetivo endeble ni mucho menos.
Respecto al anillo de diafragma, es verdad que se echa en falta, pero no es algo decisivo. Es cierto que a mí me gusta mucho eso, es más, fue uno delos motivos por los que en su momento me decanté por Fuji, pero si en lo demás cumple, esto es prescindible.
Otra cosa que ha generado controversia es el desplazamiento del zoom invertido con respecto a lo habitual en los Fujinon, pero en mi caso eso no ha supuesto ningún problema.
En fin, una óptica totalmente recomendable, y para viajes y sobre todo en familia, es ideal.