Es fácil dar un listado, pero se necesita de método.
El método historiográfico consiste en usar un manual que te un mapa lo más amplio posible de la fotografía y partiendo de esas coordenadas maestras profundizar en temas con ayuda de otras guías más específicas.
Para bien y para mal la fotografía es inabarcable. Muchas personas se quedan con cuatro nombres y ya, pero eso no funciona así. Lo que uno desarrolla cuando estudia historia son
esquemas-tipo (reseña) para el análisis de cualquier fotógrafo o periodo, el que sea. Son cientos y cientos de nombres.
Historia de la fotografía fue una de las asignaturas que más disfruté en el grado. Mi profesor era un tipo absurdamente metódico y riguroso. Pero él sabia lo que se hacía, lo que él te daba en su asignatura era una lectura. Eso es muy importante hoy. Para leer hay que pararse. Hoy queremos todo rápido, ya, ahora y eso no funciona así.
Usamos como manual
Historia General de la Fotografía de Souguez, quer está disponible en editorial Cátedra y en casi cualquier librería. Ese Manual se ocupa de la fotografía desde sus orígenes hasta nuestros tiempos. Mi maestro decía que un manual no es un libro, que no se lee sino que se estudia. Para la evaluación debíamos hacer resúmenes esquemáticos de capítulos completos en muy pocas páginas, algo realmente difícil.
Gracias a ese libro yo he comprendido el S.XIX a través de la fotografía y ahora me encanta.
Marie-Loup Souguez fue una investigadora de origen francés afincada en España, hija del fotógrafo francés
Emmanuel Sougez. Ella murió recientemente en 2019 con casi 90 años y está considerada una precursora en su campo. Ese maravilloso manual está escrito por tres investigadores más bajo su coordinación, no solo por ella. Y aunque tiene muchísimo contenido, a veces abrumador, a mi me resultó vibrante y para nada pesado.
Lo ideal es que ya teniendo esos esquemas generales o líneas maestras, tú dispongas de una o varias bibliotecas con mucho fondo para seguir profundizando en temas específicos. Para eso puedes recurrir a las bibliotecas de las Facultades de Bellas Artes, de Historia del Arte, de Comunicación Audiovisual y sobre todo la de los Museos de Arte Contemporáneo. Además de estas, en algunas poblaciones hay colecciones y fondos de fundaciones y asociaciones fotográficas que se han preocupado de formar una biblioteca.
Las bibliotecas generales apenas si cuentan con material pero tampoco hay que descartarlas a priori, siempre es interesante consultar en ellas, a veces te llevas gratas sorpresas. Todo depende de si vives o no en una ciudad que cuente con fondos, de tu interés real en la fotografía y de las posibilidades de tiempo que tengas, no siempre los horarios de apertura son los idóneos.
En éstos fondos, además de libros encuentras revistas especializadas como
EXIT, dirigida por Rosa Olivares. En las bibliotecas que he comentado suelen tener todos los números. Personalmente los artículos que he leído en EXIT, FLUOR, EXIT EXPRESS o EXIT BOOK, todas publicaciones de la misma editorial, me han resultado buenísimos.
No es un proceso rápido, debes integrar muchísima cantidad de material por puro placer, material que a veces se vuelve disperso porque la fotografía es amplísima pero poco a poco vas metiendo cuchillo y obviamente eso va haciéndote fondo como fotógrafo.