Guillermo Luijk
Fujista de renombre
No había leído este post y tiene miga, y es que casi siempre hay varias posibles explicaciones para un mismo hecho. Alguien que dice importarle poco el tipo de privacidad de la que hablas lo puede hacer como defensa ante el hecho de no poder controlarla, suena razonable, pero plantéate que también puede haber gente a la que de verdad le importe un pito.Es más, mucha s personas repiten yo no tengo nada que ocultar, me da igual si mi teléfono me espía, no me creo especial ni interesante. Realmente no entiendo su bobería. La privacidad desde luego no es un asunto banal, no es siquiera optativo. Como si tú pudieras decidir si tenerla o no. Sin privacidad tú eres otra cosa. Tú ya no serías ni sujeto ni humano.
Creo que defender éste tipo de barbaridades forma parte de una respuesta adaptativa. Hemos banalizado la importancia que tiene la vida privada porque asumimos que carecemos del poder para preservarla.
Creo que soy el único de mi urbanización que no se ha gastado un euro en cortinas, en cambio todas las tardes veo a mis vecinos correrlas como si fueran a realizar un ritual satánico o considerasen que verles en el sofá viendo Netflix nos fuese a resultar irresistible a los demás. En otros países (Holanda, UK, en el propio París,...) si quieres hacer de voyeur al caer la tarde puedes hincharte a verlos sentados en su sofá tomándose un vino después de la cena. Y no lo hacen porque no tengan más remedio o les de igual que les vean (que les da bastante más igual que a los que vivimos en latitudes más ecuatoriales). Van más allá, es que no se plantean que nadie vaya a tener interés en mirarles como tampoco lo tienen ellos. Es una diferencia puramente cultural.
Este tipo de privacidad solo es importante si eres alguien popular, haciendo valiosas tus intimidades porque se pueden acabar aireando. En otro caso hablamos, sí, de puro narcisismo. Aunque es un narcisismo que no hace daño a nadie también hay que decirlo. Allá cada cual con el ritual cortinero.
Sobre la disyuntiva móvil/cámara, hacer robados con una cámara cada vez será más difícil porque cada vez es más raro ver a alguien con una cámara, y además el cacharro solo sirve para hacer fotos, así que puedes fácilmente pasar de cazador a cazado porque llamas la atención. Las cámaras tienen pantallas abatibles lo que permite disimular hasta cierto punto, pero aún así no dejas de tener que apuntar la cámara. Hoy en día por portabilidad, discreción y diría incluso que tipo de foto (focales cortas con mucha PDC), el móvil seguramente es la mejor cámara de fotografía callejera.
Salu2!
Última edición: