Fotón fujista: «La lección de arte» por Javier García Blanco

"La lección de arte" por Javier García Blanco, con Fuji X-Pro1.
«La lección de arte» por Javier García Blanco, con Fuji X-Pro1.

Conseguir fotos interesantes en el interior de un museo o una galería de arte no es cosa fácil. Si hay demasiado público, obtener una buena composición puede resultar tarea casi imposible. Si por el contrario estamos prácticamente solos, las cosas no son mucho más sencillas, pues a menudo las obras por sí solas no dan el “juego” suficiente. Tampoco ayuda, desde luego, que el museo permita hacer fotografías a los visitantes, pues a menudo se encuentra uno con mil brazos levantados –móvil en ristre– dispuestos a inmortalizar la pintura o la escultura de turno, y eso suele “afear” la escena.

En esta ocasión, las circunstancias tampoco eran las mejores. La semana pasada viajé hasta Mons –ciudad que este año tiene el honor de ser Capital Europea de la Cultura junto a la checa Pilsen– para preparar un reportaje sobre la oferta turística y cultural de la ciudad con motivo de su “capitalidad”, y las exposiciones son precisamente uno de sus platos fuertes. Una de las más importantes –visitable hasta el próximo 17 de mayo– es la que ha dedicado el Museo de Bellas Artes (BAM) a la etapa de Van Gogh en la comarca del Borinage.

Las fotografías estaban prohibidas en el interior de la exposición, y aunque yo estaba acreditado como periodista, tenía que seguir algunas restricciones habituales en estos casos: nada de primeros planos de las pinturas, sólo imágenes en las que las obras fueran elementos “accesorios”; es decir, vistas de las salas con el público asistente contemplando las pinturas. Prohibido detalles y vistas muy cercanas. El segundo escollo eran las propias características del museo. A diferencia de pinacotecas e instituciones como el Prado, el Louvre o el British Museum, que cuentan con salas enormes, amplias y bien iluminadas, el BAM es un edificio moderno pero de salas modestas. Teniendo en cuenta la gran cantidad de gente que estaba realizando la visita en aquel momento, quedaban descartadas las focales medias, así que decidí apostar por el Samyang 12mm. Y cumplió a la perfección.

Después de varias tomas generales del público en diferentes salas, llegué a una de las estancias más interesantes, y esperé a que ocurriera algo interesante. A los pocos minutos apareció un padre con su hijo adolescente. Ambos parecían muy interesados en todas las obras, y el padre iba dándole explicaciones que conseguían acaparar la atención del muchacho. Estuve “espiándoles” un rato hasta que por fin llegaron a un escenario que me pareció apropiado. Por suerte, la exposición estaba preparada con una iluminación muy escasa, que se reducía prácticamente a puntos de luz sobre las pinturas, así que decidí aprovecharlo en mi favor. Configuré la cámara en medición puntual, aumenté el ISO a un valor apropiado y disparé varias tomas. Esta fue la que más me gustó, sobre todo por el gesto del padre señalando con el dedo una parte de la pintura. Un gesto que, por cierto, le valió una reprimenda por parte de los vigilantes del museo 😉

Jon Díez Supat
Jon Díez Supat
Friki fotográfico, jefazo y becario en Fujistas

3 COMENTARIOS

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3 Comments
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Diego Jambrina
28 abril, 2015 17:52

Sin duda, este es uno de los fotones del año.

Javier
28 abril, 2015 18:09
Reply to  Diego Jambrina

¡Muchas gracias Diego!, me alegro de que te guste 🙂

asueto
asueto
29 abril, 2015 08:27

He disfrutado mucho viendo la foto, Javier. Equipo lo tiene cualquiera, vista no tanto.

Saludos,