Uno de los errores típicos de fotógrafo novato es adquirir por unas decenas de euros una de esas lentes conversoras que prometen convertir tu objetivo estándar en un ultra gran angular espectacular. Recuerdo haber visto a varios colegas fotográficos completamente decepcionados por la borrosidad de las imágenes, aberraciones cromáticas superlativas y pérdida de efectividad del autofoco que suelen traer como resultado estos cristales.

Tal vez por eso haya reaccionado con suspicacia en el primer vistazo al comunicado de prensa de Fujifilm sobre la disponibilidad del WCL-X100, un teleconversor angular para la X100 que convierte los 23mm de distancia angular de su lente en unos 19mm, de 35mm a 28mm si pensamos en la equivalencia formato completo. Después he leído las características técnicas del objetivo y sobre el papel me ha complacido el mimo con el que Fujifilm lo ha diseñado: acoplado en la lente principal, la cámara conserva la abertura máxima a f/2, su construcción óptica consta de cuatro elementos de cristal en tres grupos que, dicen, reducirá al máximo las aberraciones. A este control del deterioro de la imagen contribuye el factor de conversión comedido de 0,8x y que el cristal está rematado por el revestimiento Super EBC de Fujinon que, más allá de sus crípticas siglas, a buen seguro que también mejorará el rendimiento final. Está disponible en negro o en plateado y tanto el parasol LH-X100 como el filtro protector PRF-49S son perfectamente compatibles.