Pues eso, creo confirmar con esta fotografía que este ave no tiene nada que envidiar a muchas otras otras con más renombre, como pasa en todos los ámbitos de la vida, que se llevan los laureles.
Por cierto, esta fotografía es fruto de la una aparición mariana que tuve esta mañana tras un paseo de unos diez km sin conseguir una foto decente de ningún ave de las muchas que ví. Un congénere de este se me puso a tiro a unos 25 metros en lo alto de un árbol, con una luz preciosa dándole de lleno y le fotografié, pero más como un testimonio que con intención de quedarmela y menos postearla. Llegando a mi casa, veo un grupo de tres en la copa de un árbol a unos 20 metrso con magnífica luz y farfullo para mi, jod..no se posará alguno más cerca...