El otoño se me ha hecho muy corto, por suerte he tenido mucho trabajo, pero a cambio he podido disfrutar muy poco de lo que más me gusta.
Cada vez que llega esta estación aprovecho para salir a fotografiar setas, tienen algo que me atrapa, tan rápidas en crecer y desaparecer, tan relacionadas con el agua (algo que apreciamos en mi tierra como si de oro se tratase), con ese particular olor que muchas de ellas desprenden y te hace sentir ante una naturaleza exuberante, llena de vida, con sus sonidos a la par que su silencio, con su cambiante aspecto con el paso de las estaciones, con sus ciclos durante los cuales podemos disfrutar de distintos seres, impasibles a nuestro ritmo de vida pero vendidos al mismo, tan longevos como vulnerables...