Recorriendo las calles en la Comunidad Judía de New York.
Os dejo un poco de info para meteros en contexto pero antes comentar, que ha sido el lugar mas complicado para hacer fotos, por otro lado ha sido fascinante ver como una comunidad así se mantiene firme a su religion y costumbres en pleno New York.
La población Satmar de Williamsburg asciende a unas 57.000 personas. Los judíos jasídicos se mudaron por primera vez al vecindario en los años previos a la Segunda Guerra Mundial, junto con muchos otros judíos religiosos y no religiosos que buscaban escapar de las difíciles condiciones de vida en el Lower East Side de Manhattan. En comparación con otras zonas del barrio donde abunda el arte callejero, tiendas coquetas y residencias de diseñadores, las calles de South Williamsburg son austeras y los edificios sencillos, con fachadas desgastadas y la mayoría con rejas en las ventanas. En esta zona, gran parte de la comunidad vive en el umbral de la pobreza. En muchos hogares, los hombres se dedican al estudio de la Torá y no han recibido suficiente educación secular para calificar para trabajos calificados que les permitan ganar más. Por tanto, las mujeres son la única fuente de ingresos en estas familias que pueden tener muchos hijos.
Os dejo un poco de info para meteros en contexto pero antes comentar, que ha sido el lugar mas complicado para hacer fotos, por otro lado ha sido fascinante ver como una comunidad así se mantiene firme a su religion y costumbres en pleno New York.
La población Satmar de Williamsburg asciende a unas 57.000 personas. Los judíos jasídicos se mudaron por primera vez al vecindario en los años previos a la Segunda Guerra Mundial, junto con muchos otros judíos religiosos y no religiosos que buscaban escapar de las difíciles condiciones de vida en el Lower East Side de Manhattan. En comparación con otras zonas del barrio donde abunda el arte callejero, tiendas coquetas y residencias de diseñadores, las calles de South Williamsburg son austeras y los edificios sencillos, con fachadas desgastadas y la mayoría con rejas en las ventanas. En esta zona, gran parte de la comunidad vive en el umbral de la pobreza. En muchos hogares, los hombres se dedican al estudio de la Torá y no han recibido suficiente educación secular para calificar para trabajos calificados que les permitan ganar más. Por tanto, las mujeres son la única fuente de ingresos en estas familias que pueden tener muchos hijos.