Creo que nos comemos la cabeza demasiado con estilos y demás. A veces es tan fácil como no pensar demasiado. Las expectativas y las autoexigencias no ayudan.
No, en absoluto, ocurre todo lo contrario, que los fotógrafos rechazan todo tipo de pensamiento y finalmente no saben ni lo que están haciendo.
Por sacar un poco el tema de sus términos más huesudos, citar un artículo que aborda el estilo de forma indirecta y que afecta de lleno a la fotografía. Está publicado en una revista de la misma editorial que EXIT, FLUOR #8
La vigencia de lo cursi de Noël Valis y Juan Luis Moraza.
La primera Noël Valis, tiene un par de libros sobre lo cursi,
La cultura de la cursilería y
La cultura de la cursilería: mal gusto, clase y Kitsch en la España Moderna.
Ahí vienen a afirmar varias cosas bastante reveladoras sobre las diferencias entre lo cursi, lo kitsch y lo camp. Sobre esto ultimo lo camp hay un ensayo de Susan Sontag,
Notas sobre lo camp. Si alguien quiere abrir ese melón hay una conferencia de Fernando Castro y Ernesto Castro en YT, U
na clase sobre lo Kitsch. Fernando Castro se ha ocupado mucho de este tema y tiene más conferencias.
Es una cuestión muy importante ya que atañe a la búsqueda de originalidad en la fotografía, todos estos posicionamientos estéticos surgen y son respuestas o manifestaciones de la cultura de masas y tienen una cristalización en todas las artes completamente vigente. Entran junto con movimientos como el apropiacionismo y la publicidad.
Simplemente quiero dejar esas referencias por aquí más una nota.
Toilet Paper Magazine, que trabaja lo camp (Martin Parr) me parecía muy original pero en tanto que es kitsch está completamente planificado y por casualidad descubrí que no tienen reparos a la hora de plagiar literalmente a autores periféricos como Marcos López. El plagio es una constante en lo kitsch. También ocurre por ejemplo con María Moldes, aunque ella dice que no había visto a Martin Parr. Créaselo buen señor. Quienes trabajan lo kitsch y lo camp no tienen problemas para plagiar. Sobre ello, el plagio, no dan una respuesta. Tampoco se hacen cargo. El público va a percibir esas obras como muy originales porque el público de masas es idiota. Mientras que lo cursi, que tiene una pretensión de autoría y de búsqueda de singularidad tremendas, va a caer por su propio peso en clichés sin ni tan siquiera saberlo. Lo cursi es completamente ingenuo y falto de pensamiento. El publico es idiota y no es idiota; más bien quiere serlo o ser tratado como si lo fuera -pensar es cansado-.
Toilet Paper Magazine:
Marcos López, El Mártir: