Olivos, oliveras, olivares I

Un sitio encantador. Me encantan estos árboles y la dehesa que conforman.
Estos olivos son milenarios y castellonenses, pero tienes razón, hacia el sur, en Extremadura, si tienes la suerte de viajar en primavera, sin prisas y con tiempo para detenerte, ver las dehesas, los encinares, las toradas sueltas, los ibéricos "crudos", las cigüeñas, ya endémicas, en sus nidos, los trigales aún verdes... todo un placer para los sentidos.

Un saludo.
 
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