Pues nada, aquí va… A ver si no peta el foro
NIKON ZF vs FUJIFILM XT4
Al final he sacado un hueco, y como ya tenía algunas notas de mis impresiones, os dejo por aquí una comparativa. Como decía antes, no pretende ser una “review” exhaustiva ni mucho menos una comparativa “científica”, sino únicamente impresiones personales después de apenas un mes de uso con la ZF, tiempo en el que sólo he tenido ocasión de usarla para trabajar durante un par de días, además de una breve salida personal, con la intención de ir haciéndome a su manejo y peculiaridades.
ANTECEDENTES (NO POLICIALES, TRANQUILOS)
Durante los últimos 25 años (sin contar la etapa “analógica”) he trabajado con distintas marcas, principalmente Nikon (D70, D300, D700 y D750), Sony (A7, A7ii, A7iii y RX1rII), Panasonic (una veterana GF1, como segundo cuerpo), Fuji (X-Pro1, XT1, X-Pro2, XT3, XT4, X100s, X100T y X100V) y Leica (Q original). Sin embargo, en los últimos 12 años, desde que apareció la X-Pro1, he trabajado principalmente con Fuji, a excepción de paréntesis de 1-2 años en los que cambié a Sony y Nikon (D750).
Por distintas razones, tras ambos paréntesis he regresado siempre a Fuji. Cuento estos antecedentes porque, teniendo en cuenta el número de años, podría resumir diciendo que he sido nikonista y fujista a partes iguales, así que mis impresiones vienen de haber usado ambas marcas durante mucho tiempo.
¿Por qué me he decidido a probar la ZF? Básicamente por el autofoco. Aunque para el 80% de mis fotos voy sobrado con el AF de la XT4 (y de mi querida X100V), en el 20% restante a veces necesito un AF (sobre todo continuo) que sea más fiable, ágil y eficiente. En un primer momento me planteé comprar una X-H2S, pero justo cuando estaba a punto, surgieron los problemas de los últimos firmware, precisamente en lo relativo a AF, así que decidí probar con la Nikon ZF, que no sólo prometía una mejora más que sustancial en este sentido, sino que además compartía con mis Fujis esa estética retro, vintage, clásica o como la queráis llamar.
Vamos al lío.
ERGONOMÍA, TAMAÑO Y PESO
En este aspecto las diferencias no son desdeñables, aunque menores de lo que yo esperaba en un principio. Aunque sobre el papel la ZF pesa 710g y la X-T4 607g (apenas 100g de diferencia), si añadimos el grip de Smallrig a la ZF (algo que como comentaré después, me parece lo más recomendable), hay que sumar otros 100g más. En todo caso, la diferencia es de apenas 200g. Poco para algunos, demasiado para otros…
En cuanto a tamaño, también la ZF es mayor comparada con la Fuji, pero sin ser una cosa escandalosa. Dejo aquí unas capturas desde distintos puntos de vista:
No es una cosa exagerada, pero se nota. Sin embargo, la mayor diferencia se percibe cuando sostienes ambas cámaras en la mano. Lo cierto es que, al sostener la ZF –tanto sin grip como con él–, la sensación que da es de una mayor solidez y mucha mejor construcción. Se nota más pesada, cierto, pero en este caso personalmente me parece un punto a favor, porque todo en la cámara transmite la sensación de mejores acabados y una fabricación mucho más “pro”. Esto se percibe también en todos los diales, botones y tapas, que se ven resistentes, bien construidos, con un acabado muy superior a los de la XT4, que tiene algunos botones que parecen más delicados.
La nota negativa para la ZF en este apartado viene por el lado de la ergonomía. Como se aprecia en las fotos, el cuerpo de la cámara tiene un agarre mínimo, seguramente porque Nikon ha querido aproximarse lo máximo posible a la estética de sus cámaras clásicas en las que se inspira. ¿El resultado? Así, a pelo, la ZF resulta algo incómoda de sujetar en la mano, incluso con ópticas pequeñas como el 40mm f2.
Si la llevas mucho rato colgada de la correa, y la coges únicamente en el momento de disparar, no supone gran problema (en este sentido, la F3 y la FM2 en las que parece inspirarse tampoco tenían un agarre excepcional), pero si eres de los que va callejeando con la cámara siempre en la mano, al final se hace un incordio. En este sentido,
la X-T4 tiene una ergonomía mucho mejor.
La cosa cambia si añadimos un grip al conjunto. Yo tengo el de Smallrig, que venía de regalo en el kit, y la verdad es que con él puesto no hay queja alguna respecto al agarre y ergonomía. La cámara pierde un punto de estética (tampoco demasiado), pero la diferencia en agarre es enorme.
ESTÉTICA, USABILIDAD Y MANEJO
En el apartado estético (algo totalmente subjetivo) es difícil no “enamorarse” de las líneas de la ZF, con esos aires clásicos que recuerdan a una F3 o una FM2. Para alguien que viene de Fuji, se agradece encontrar diales dedicados a controlar la ISO, la velocidad de obturación, la compensación de la exposición y…
¡¿dónde demonios está el anillo de diafragmas?!
Primera pega a nivel estético y de usabilidad. Es una pena que Nikon no haya puesto a la venta objetivos modernos que cuenten con anillo de diafragma. Ni el 28mm f2.8, ni el 40mm f2 (los objetivos a los que ha dado una estética más retro, en sus versiones SE, y que le quedan como un guante) ni por supuesto en el resto de ópticas de la serie S, se encuentra un anillo dedicado a controlar la apertura.
Para seleccionarla hay que hacer uso de las ruletas (se puede configurar tanto la delantera como la trasera). Dependiendo del objetivo, también se puede configurar el anillo de enfoque u otro secundario para cambiar la apertura, pero en ningún caso hay “clics” ni numeración en la lente. La única alternativa en este sentido es utilizar objetivos de terceras marcas que sí tienen anillo de diafragmas, o bien lentes manuales, tanto de la propia Nikon (a través del adaptador FTZ) como de otras marcas (hay adaptadores para Sony, Leica M, etc, luego hablaré de esto).
A excepción de esta ausencia imperdonable, por lo demás el manejo de la ZF me está resultando igual de divertido que con la XT4 y el resto de Fujis. Apetece cogerla y salir a hacer fotos con ella, tanto por su estética como por el manejo a través de diales, etc.
Hay que añadir otro detalle. Al igual que ocurre con la mayoría de las cámaras de Fuji, la estética de la ZF hace que mucha gente se pare a preguntarte si es una cámara de carrete. Esta percepción, además de por los diales y líneas de la cámara, se ve potenciada por la pantalla trasera, que al igual que en el caso de la XT4, se puede girar para quedar oculta. Puede parecer una tontería, pero esta estética singular, de cámara analógica, suele borrar de un plumazo suspicacias en la gente a la que normalmente fotografío en mis viajes. Es algo que siempre he valorado mucho en las Fuji, y en este caso es algo que se mantiene en la ZF. Es una cámara que
no intimida, ni por tamaño y ni por aspecto. De hecho, suele provocar una curiosidad que rompe la “barrera” entre fotógrafo y fotografiado. En un principio estuve valorando comprar una Z6iii, que ha salido a la venta hace poco, pero su aspecto, para el público general, es de cámara profesional, mucho más intimidatoria. Es una diferencia que percibí en cuanto cambié desde mis Nikon D700 y D300 a las Fuji. En este caso, como digo, con la ZF la experiencia es muy parecida a las Fuji.
Sobre el visor electrónico: no tengo a mano los datos técnicos, pero me basta con echar un vistazo por cada uno de ellos (lo he hecho antes de escribir esto) para comprobar que la diferencia es muy grande. Gana la ZF por goleada. El visor es más grande, da una imagen más limpia y más agradable.
(SIGUE…)