acorsinl
Fujista Participante
Muy interesante este hilo! Dejo aquí mi aportación.
Yo clasifico la cosa en base a tres tipos de viaje:
1) viaje “excusa”. Soy motero y muchas veces ir a un sitio es la excusa para darle a la moto, pero me da un poco igual el sitio aunque sea el mismísimo París. Ahí voy con la x-pro con el 23 f/1.4 y a correr.
2) viaje “de viajar” con la jefa pero sin venirnos arriba en el destino: turismo nacional o destinos europeos de los de fin de semana largo. Añado a lo anterior el 56 f/1.2, un trípode de viaje o un gorilla pod y una funda de filtros con polarizador y filtros ND
Para 1) y 2) llevo una bolsa messenger de think tank donde de paso llevo el iPad y voy revelando en el hotel al llegar. Con el mismo cargador del iPad cargo la cámara. Sólo llevo una batería, soy más de pensar la foto y hacer pocas, con lo que casi nunca he llegado a necesitar otra.
3) viajazo más largo de los que no haces todos los días: Islandia, Japón, Marruecos, Nueva Zelanda... ese tipo de cosas. Ahí voy con casi todo: sumo a lo anterior el 50-140 f/2.8 y la x-t3. Normalmente dejo la x-t3 con el tele por no cambiar objetivos y el resto lo tiro con la x-pro.
A veces he echado de menos más angular y tengo tentaciones con el 16 f/1.4, básicamente en fotos de arquitectura en sitios estrechos, pero lo cierto es que son mínimas las veces que me ha hecho falta y me he apañado con el 23mm casi siempre. Si cae algún día va a ser más por capricho que por necesidad.
Una vez allí, “hago trampas”. Como generalmente hay una ruta establecida, intento ver fotos de los sitios por los que estaré en Flickr, 500px y similares para hacerme una idea y ver de paso qué focales han usado otros antes, así como “darme una vuelta” previa con google street view para hacerme una idea de qué me voy a encontrar. Me ayuda a anticipar un poco si tengo que llevar todo el arsenal o hay algo que pueda dejar en el hotel para ir más ligero.
Por último, quizá no es tanto un tema de equipo fotográfico como tal, pero saber hora de amanecer y atardecer en destino a la hora de planificar visitas a los sitios más majos, me es muy útil. Si el de detrás de la cámara no da para mucho, hay que jugar con la luz que nos regala la naturaleza para compensar y que la cosa quede resultona
Lo cierto es que, en este último tipo de viajes, el 90% de mis fotos son con el 23mm y en el viaje me arrepiento siempre del peso, pero luego siempre hay una foto al revelar que dices: pues mereció la pena ir como una mula, y al siguiente viaje repites la carga
Para estos llevo una mochila lowepro trekker bp-150 y el teléfono del fisio a mano para pedirle cita para la vuelta.
Luego ya para cosas muy muy concretas el 100-400 f/4.5-5.6 montado en la x-t3, pero es un poco muerto y la verdad es que de momento lo tengo poco rentabilizado... buitres en Monfragüe, alguna cosa concreta de deportes o spotting de aviones... No quiero dividir la pasta que cuesta entre el número de fotos que he hecho con él porque me deprimo... pero bueno, tiene su segmento
* Pro
Yo clasifico la cosa en base a tres tipos de viaje:
1) viaje “excusa”. Soy motero y muchas veces ir a un sitio es la excusa para darle a la moto, pero me da un poco igual el sitio aunque sea el mismísimo París. Ahí voy con la x-pro con el 23 f/1.4 y a correr.
2) viaje “de viajar” con la jefa pero sin venirnos arriba en el destino: turismo nacional o destinos europeos de los de fin de semana largo. Añado a lo anterior el 56 f/1.2, un trípode de viaje o un gorilla pod y una funda de filtros con polarizador y filtros ND
Para 1) y 2) llevo una bolsa messenger de think tank donde de paso llevo el iPad y voy revelando en el hotel al llegar. Con el mismo cargador del iPad cargo la cámara. Sólo llevo una batería, soy más de pensar la foto y hacer pocas, con lo que casi nunca he llegado a necesitar otra.
3) viajazo más largo de los que no haces todos los días: Islandia, Japón, Marruecos, Nueva Zelanda... ese tipo de cosas. Ahí voy con casi todo: sumo a lo anterior el 50-140 f/2.8 y la x-t3. Normalmente dejo la x-t3 con el tele por no cambiar objetivos y el resto lo tiro con la x-pro.
A veces he echado de menos más angular y tengo tentaciones con el 16 f/1.4, básicamente en fotos de arquitectura en sitios estrechos, pero lo cierto es que son mínimas las veces que me ha hecho falta y me he apañado con el 23mm casi siempre. Si cae algún día va a ser más por capricho que por necesidad.
Una vez allí, “hago trampas”. Como generalmente hay una ruta establecida, intento ver fotos de los sitios por los que estaré en Flickr, 500px y similares para hacerme una idea y ver de paso qué focales han usado otros antes, así como “darme una vuelta” previa con google street view para hacerme una idea de qué me voy a encontrar. Me ayuda a anticipar un poco si tengo que llevar todo el arsenal o hay algo que pueda dejar en el hotel para ir más ligero.
Por último, quizá no es tanto un tema de equipo fotográfico como tal, pero saber hora de amanecer y atardecer en destino a la hora de planificar visitas a los sitios más majos, me es muy útil. Si el de detrás de la cámara no da para mucho, hay que jugar con la luz que nos regala la naturaleza para compensar y que la cosa quede resultona
Lo cierto es que, en este último tipo de viajes, el 90% de mis fotos son con el 23mm y en el viaje me arrepiento siempre del peso, pero luego siempre hay una foto al revelar que dices: pues mereció la pena ir como una mula, y al siguiente viaje repites la carga
Para estos llevo una mochila lowepro trekker bp-150 y el teléfono del fisio a mano para pedirle cita para la vuelta.
Luego ya para cosas muy muy concretas el 100-400 f/4.5-5.6 montado en la x-t3, pero es un poco muerto y la verdad es que de momento lo tengo poco rentabilizado... buitres en Monfragüe, alguna cosa concreta de deportes o spotting de aviones... No quiero dividir la pasta que cuesta entre el número de fotos que he hecho con él porque me deprimo... pero bueno, tiene su segmento
* Pro