En la primera es una pena que la niña esté con los ojos cerrados, pero colores y composición me gustan muchísimo.
La segunda, con ese quemazo en la parte de arriba, tiene un toque de "amateur" que me ha conquistado. Me ha recordado a las fotos que me podía hacer mi madre cuando era pequeño. Tiene sabor a foto de las de guardar y ver al paso de los años.
La cuarta, a mi gusto, la mejor: una luz preciosa y un momento espontáneo y bello.